Un momento de alta tensión se vivió en Cuestión de peso cuando José, uno de los participantes del programa, reveló que la úlcera en su pierna había empeorado y que sentía puntadas constantes. Lo que parecía una molestia menor terminó por encender las alarmas médicas cuando la Dra. Gabriela Levaggi detectó signos de infección y un aumento de la hinchazón en la zona afectada.
José explicó que convive desde hace tiempo con esta lesión, que cuida a diario con curaciones, pero que en los últimos días notó un incremento en el dolor: “Me dan puntadas fuertes, como pellizcos en la herida”, describió. Durante la revisión, la médica constató una diferencia de 9 centímetros entre ambas piernas y alertó sobre una posible infección bacteriana. “Está más colorada de lo habitual, se abrió, está más macerada. Puede haber entrado una bacteria”, explicó Levaggi, y confirmó que el participante deberá iniciar un tratamiento con antibióticos y suspender la actividad física de alto impacto y la natación, al menos por una semana.

¿Por qué una úlcera puede ser riesgosa y hasta fatal?
De regreso al estudio, junto a Mario Massaccesi, Adrián Cormillot profundizó en la gravedad del cuadro. “José ya rompió tres capas de la piel: epidermis, dermis y tejido subcutáneo. Esto es muy riesgoso porque rompe la barrera inmunitaria y da paso a infecciones que pueden ser severas”, detalló. El especialista fue claro: una herida mal cuidada en un paciente con obesidad puede derivar en consecuencias fatales. “Personas como José, con una pequeña infección, pueden enfrentarse a un riesgo de vida si no hay un seguimiento adecuado”, advirtió.
El caso generó impacto incluso en el propio José, quien al ver su herida en detalle expresó: “La veo todos los días, pero desde lejos, desde la misma posición. Verla así me sorprendió”. La naturalización del dolor y la costumbre a vivir con la lesión fueron señaladas como un riesgo adicional. A pesar de eso, José aseguró estar comprometido con su cuidado y tratamiento.
Adrián Cormillot también despejó una creencia de José, quien relacionaba su problema actual con una antigua fractura jugando al rugby. “No fue por eso. No hubo una lesión de la piel en ese entonces. El problema actual está vinculado al sedentarismo, el sobrepeso y una circulación deficiente”, explicó. Además, advirtió sobre el riesgo de trombosis venosa profunda y posibles complicaciones pulmonares si no se toman los recaudos necesarios.
Los especialistas coincidieron en que el cuadro de José puede revertirse si mantiene buenos hábitos: reposo adecuado, uso de medias de compresión, hidratación, control del peso y, sobre todo, constancia en el tratamiento. “No está condenado a vivir con dolor. Si cumple con las indicaciones, la piel se regenera”, dijo Cormillot con optimismo.