Nicole Neumann no ocultó su fastidio que viene de hace años con su exesposo Fabián Cubero y padre de sus tres hijas mayores, Indiana, Allegra y Sienna, en momentos que la segunda está por celebrar su fiesta de 15. En diálogo con La mañana de Moria, la modelo se mostró exasperada por ese eterno conflicto y también reconoció su parte de culpa al exponer a las menores públicamente.
“Es su momento sentí que estaba sola y desbordada, por eso hice catarsis en televisión abierta, porque al estar ahí trabajando, y que me pregunten, hacía que explote en llanto ya que era demasiado para mí”, empezó confesando Nicole ante la consulta de Moria sobre la enorme exposición mediática que significó la separación de la pareja, una situación que estaba todos los días en las noticias.
Pero luego, Nicole reconoció que, tras esa catarsis mediática, optó por llamarse a silencio, lo que no fue correspondido por el exfutbolista: “Igual me exponen y me excede y yo no puedo hacer nada”, agregando que hubiera preferido que el conflicto jamás escalara como lo hizo: “Para mí los padres tienen que ser un equipo siempre, pase lo que pase, no importa lo que pasó en esa relación ni los terceros que puedan aparecer, los hijos siguen siendo los hijos”.
“Uno tiene que seguir siendo suficientemente adulto como para transitar y tratar los temas en privado, reservando y priorizando siempre a los menores”, disparó a continuación, al referirse a la fiesta de 15 que Cubero le está organizando junto con su actual pareja, Mica Viciconte, donde Neumann no va a estar presente, situación que ya vivió con Indiana hace unos años atrás.
El mea culpa de Nicole Neumann
Pero, además, la esposa de Manu Urcera también reconoció su parte de culpa en la exposición mediática de sus hijas, envueltas en la pelea con su ex.
“Yo las dejo un poco como que ellas vivan su experiencia. Las dejo ser, salvo que ellas vengan y me pregunten. Y ahí las aconsejo, obvio, las acompaño”, comentó.
Y añadió sobre la mediatización de su pelea con el ex Vélez: “Lamentablemente me arrepiento, pero no lo pude manejar de otra forma. Después me di cuenta de que no servía tampoco para mis hijas cuando crecieran y lean, escuchen”.





