Se sabe que, más allá de sus dotes para la conducción, Darío Barassi es un actor que hace del humor su principal virtud. Esta vez, el conductor hizo gala de su veta más destacada en otra versión del habitual sketch con el que abre Ahora Caigo.
El segmento arranca con Barassi entrando a su camarín, donde descubre una serie de elementos con los que empieza a jugar a hacer distintos personajes. Así es como se pone una peluca negra con la que hace de Daniel Agostini, otra rubia con la que se pone en el rol de Raffaela Carrá, hasta que encuentra un bigote y unos anteojos oscuros.
“¿Qué te pasa Darío, te volviste loco?”, le pregunta su asistente (Laura Cymer), al verlo personificando al recordado cantante de Queen. “Yo no soy Darío, soy Freddie Mercury”, le responde el conductor. “Ah, ok, estás en un brote total. Freddie, ¿lo viste a Darío?”, le pregunta entonces Cymer.

“No, la que no estás viendo las cosas sos vos, no estás viendo el musical. Quiero 120 bailarines con bigotes, saltando, bailando, quiero delfines”, le respondió el conductor. “Voy a llamar a tu psiquiatra. Mientras tanto, andá sacándote todo Freddie que te tengo que maquillar, es tardísimo, hay que salir al aire”, trata de hacerlo entrar en razones su asistente.
“No, el bigote no quiere salir, está pegado”, responde el conductor. “¿Qué parte no se entiende de que no soy Darío?, soy Freddie Mercury, el primo de Daniela. No se están escuchando, tienen que escucharme a mí cantar, acá no pasó nada, acá no pasó nada”, cerró Barassi, mientras dejaba el camarín.
Ahora Caigo: Darío Barassi y sus asistentes hicieron terapia con Malena Guinzburg
Acostumbrado a compartir su sketch con grandes referentes del humor y la comicidad en nuestro país, esta vez Darío Barassi se dio el gusto de interactuar con Malena Guinzburg en el segmento que antecede al comienzo de Ahora Caigo. Esta vez, la actriz se puso en el rol de una terapeuta que ayuda al conductor y a sus dos asistentes (Laura Cymer y Mariano Saborido) a hacer terapia de grupo. “Vamos a empezar la terapia, soltamos, ¿qué soltamos hoy?”, les plantea al comienzo.
“Yo voy a soltar mi adicción a lamer las brochas, los cosméticos, pero te juro que te los lavo, te lavo todo”, arranca Cymer. “Suelto mi miedo al éxito”, lanza Saborido. “Yo suelto el botón del jean que ajusta, el corpiño”, se suma Malena. “Yo suelto mi obsesión con el rating. No, mentira, no la quiero soltar, amo medir”, lanza Barassi. “Segunda etapa y última, confesiones, vamos a confesar cosas que nos hacen bien”, les propone luego Malena.
“Yo confieso que le armé un altar a Netflix porque necesito que me aprueben una cosa”, arranca la humorista. “Yo tengo un amigo invisible que es fanático de todo lo que hago”, se sincera Saborido. “Yo confieso que me abrí un Only Fans de mi ombligo”, se confiesa Cymer. “Ahora vos Darío, dame todo”, lo incentiva Guinzburg. “Confieso que me mando mensajes hot a mí mismo. Haceme tuya, dejame que te haga brrr en las tetitas”, expresó el conductor, visiblemente consternado.
“Y lo peor de todo es que me contesto, dale, cuando quieras, vamos el martes”, agregó Barassi. “Vamos a terminar acá, esto es muchísimo. Vas a estar bien igual, medicado pero bien”, le dice Malena. “Igual te digo algo, me siento mucho más liviano”, se sincera Barassi, antes de retirarse. “Les voy a confesar algo, yo también me mando mensajes hot a mí misma. Ay petisa, qué linda que estás, esos ojitos viscos, cómo me gustan. Igual saben qué es lo bueno de esto, con un ojo te miro la boca y con el otro la cho…”, cierra Malena, cuando se queda sola con los asistentes del conductor.