Susana Roccasalvo visitó a Darío Barassi en el sketch de Ahora Caigo, donde el conductor y su asistente, Bichu (Laura Cymer), sufrieron con la posibilidad de que la periodista de espectáculos ventile alguna información sobre ellos.
“Lo que más me gusta de todo esto es que ustedes piensan que yo no lo sé”, les dice Roccasalvo. “¿Saber qué?”, pregunta Barassi, desconcertado. “Lo de ustedes”, lanza la periodista. “Te dije que nadie sacara fotos”, le recrimina Barassi a su asistente.
“Pero hay fotos”, sigue Roccasalvo. “¿Y hay video?”, indaga Bichu. “Susana, escúchame una cosa, esto fue una única vez y no se va a repetir nunca más. Por favor, hace mucho que estoy en el medio”, le pide el conductor.
“Lo vi con mis propios ojos chicos”, les aclara Roccasalvo. “Lo que pasa es que la Bichu me pidió una changuita, y fue una única vez en la vida”, sigue defendiéndose Barassi. “¿Qué te enteraste, qué viste, qué sabés?”, pregunta el conductor.

“Lunes 18.45, los vi bajando del trencito de la alegría, los tres, con la policía encima revisando el furgón. Ella vestida de empanada salteña, tu asistente Darío vestido de Pitufo, y vos de Peppa Pig”, lanza la conductora.
“Estaba animando, estaba haciendo una conducción ahí adentro, eso era”, trata de justificarse el conductor. “¿Y la policía qué hacía?”, quiso saber Roccasalvo. “La policía entró porque el chofer no tenía la documentación para conducir y por eso caímos todos, pero yo estaba conduciendo, era una changuita, no se puede enterar la gente que hago ese tipo de trabajos”, se explaya el conductor.
“Darío, turbio, muy turbio”, lanza Roccasalvo. “Sí, turbio, pero dejémoslo ahí, confío en vos, por algo sos la pitonisa del espectáculo”, le pide Barassi. “Disculpame Susana, hablando de trencito y todo eso, ¿me podés cumplir un sueño por favor?”, le dice Bichu, antes de pedirle el trencito que hacía cuando conducía con Carlos Monti.
“Miren, se va a enojar Monti, pero una vez más”, le dice la periodista, antes de arrancar con el trencito. “Pero escúchame una cosa Barassi, tengo videos tuyos, videos muy fuertes”, lo amenaza Roccasalvo. “Bueno, se va el trencito, chucu, chucu, no escuchamos nada”, cierra el conductor.
Ahora Caigo: Darío Barassi fue expuesto por sus asistentes ante una inspectora de “climas laborales”
En una nueva versión del habitual sketch con el que siempre abre Ahora Caigo, esta vez la invitada especial fue Julieta Zylberberg, quien se puso en la piel de una inspectora de “climas laborales” del canal que visita el camarín del conductor.
“Bueno,estoy acá para evaluar el vínculo emocional entre ustedes tres, es aleatorio que yo esté aquí, también es kármico”, lanza Zylberberg, apenas se presenta frente al conductor y sus asistentes, Bichu (Laura Cymer) y Pepe (Mariano Saborido).
“¿Usted se siente valorada por el señor Barassi?”, le pregunta primero a Bichu. “Conflicto pasivo agresivo por facturas”, anota, luego de que el conductor tratara de inducir su respuesta al recordarle “quien trajo una medialuna ayer para vos de las que te gustan”.
“¿Vos te sentís libre para expresar tus ideas, para desenvolverte?”, le pregunta luego a Pepe. “Yo no, la verdad que no, siempre que tiro ideas geniales para el programa Darío no me mira, mira todo el tiempo el celular y no me registra”, lo acusa uno de sus asistentes.
“Pero estoy repasando la letra para el programa que conduzco, soy una figura”, se justifica Barassi. “Negación del conflicto, típico, qué feo”, analiza la inspectora, quien luego les plantea hacer una actividad para ver si el vínculo “puede fluir”.
“Bien, Pepe, Bichu, quieren contarme, compartirme algún momento en el que ustedes se hayan sentido expuestos, maltratados, menospreciados, basureados”, les propone Zylberberg.
“Bueno, justo hoy vivimos una situación un poco traumática”, le dice Bichu, que inmediatamente es contenida por Barassi para que no la lleve al baño.
“Si no quiere que esta evaluación escale al nivel 2, le voy a pedir una prueba de humildad, le voy a pedir que vaya a su baño y lo limpie en silencio y con gratitud”, le ordena la inspectora.
“Mirá la humildad como camina”, le dice el conductor, antes de abrir la puerta del baño en cuestión, lo que luego provoca que tanto sus asistentes como la actriz invitada sientan ganas de vomitar por el olor nauseabundo que proviene del mismo.