Un colegio ubicado en un barrio de alta vulnerabilidad en Tigre fue elegido como la mejor escuela del mundo por su compromiso con la comunidad. En Arriba Argentinos, Valeria Sampedro y Nacho Otero dialogaron con la directora de la institución que detalló las actividades que llevan a cabo para lograr la inclusión de los estudiantes.
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“Una escuela argentina, particularmente de Tigre, que habíamos conocido hace un tiempo, fue declarada la mejor escuela del mundo”, se alegró Valeria Sampedro por el reconocimiento que recibió el Colegio María de Guadalupe.
“Es una notición, vos sabés que se trata de una escuela que está ubicada junto al barrio popular Las Tunas, en un contexto de alta vulnerabilidad social. El Colegio María Guadalupe ganó uno de los cinco World’s Best School Prizes”, sumó Nacho Otero sobre el reconocimiento que recibió la escuela por parte de la plataforma educativa británica, T4 Education.
“La clave fue un trabajo articulado con familias, empresas y ONG para brindar herramientas a cada egresado de esa escuela”, completó el conductor.
La palabra de la directora del colegio de Tigre que recibió la distinción como mejor escuela del mundo
“La verdad que estamos muy, muy felices, muy orgullosos y asumiendo una responsabilidad enorme de sostener este nivel y de tamaño de reconocimiento”, comenzó diciendo Cecilia Brondo, la directora del Colegio María de Guadalupe.
“El colegio tiene 700 alumnos desde sala de cuatro hasta el secundario, sexto año del secundario. Es un colegio de jornada completa a partir del primer grado. Y el colegio se funda con la misión de dar educación de calidad a niños, jóvenes y adolescentes en contextos de vulnerabilidad socioeconómica a un costo eficiente y eficaz”, detalló la directora de la institución.
La mujer reconoció que el sistema implementado por el colegio “se puede replicar” en otras instituciones. “Es posible siempre con la alianza del Estado, de la sociedad civil, de las familias, de las escuelas que tienen este sueño todas, porque todas queremos una escuela que le dé a los chicos las herramientas para insertarse en el mundo laboral, para poder tener un proyecto de vida exitoso”, amplió.
“El sueño es, como decía, tener una sociedad más justa, con mejores oportunidades para todos. No importa donde hayas nacido, que la posibilidad la tengas igual”, remarcó Brondo. “Somos una escuela abierta, una escuela que tiene las puertas abiertas a la comunidad, una escuela donde la familia tiene un lugar preponderante y de responsabilidad sobre la educación de sus hijos”, aclaró la directora.
Además de la importancia que tienen las familias, las ONG y las empresas que acompañan el proyecto, también se destaca el espacio de mentores. “Tenemos personas que trabajan con los chicos en mentorías en sexto año para poder acompañar este proyecto de vida que están armando los chicos y que pronto llega el fin del secundario y tienen que enfrentarse a un mundo para que muchas veces no están preparados”, reconoció.
“El programa de inclusión laboral está destinado a chicos que están en el último año de secundario, en el segundo semestre, ya pueden comenzar a hacerlo y además está abierto a la comunidad. Hay exegresados y también hay chicos de la comunidad, del barrio y de la zona”, sostuvo la directora de la institución.
