En la madrugada de hoy, la tranquilidad de Moreno se vio interrumpida por un robo comando que dejó a todos boquiabiertos. Dos delincuentes ejecutaron un golpe millonario en una joyería ubicada a escasos metros de la plaza central y frente al Consejo Deliberante. Según las primeras estimaciones, el botín asciende a más de 20 millones de pesos, y los ladrones lograron concretar el hurto en tan solo 7 minutos.
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En Arriba Argentinos reportaros desde el lugar, donde se encuentra la joyería asaltada, identificada como Isabela. Según las averiguaciones, el hurto tuvo un minucioso planeamiento y una notable precisión. Los delincuentes accedieron al negocio a través de una escalera caracol pública que da al techo de los comercios vecinos, una estructura abierta que les permitió escalar y llegar a la parte superior de varios locales. Desde allí, ingresaron primero a un comercio de indumentaria mediante un ventiluz, y luego atravesaron una pared medianera para irrumpir en la joyería.
Una operación estudiada al detalle
La acción delictiva comenzó alrededor de las 3 de la madrugada. Mariela, una empleada de un kiosco 24 horas que se encuentra frente a la joyería, fue testigo del movimiento. En su testimonio, destacó que la cuadra estaba casi a oscuras, ya que los faroles municipales llevaban varios días sin funcionar, un detalle que los delincuentes claramente aprovecharon para evitar ser detectados. “Aprovecharon la oscuridad y el poco movimiento de la zona a esa hora”, explicó la trabajadora, quien también observó cuando los hombres escapaban por los techos, saltando de un comercio a otro.
Una vez dentro de la joyería, los delincuentes se tomaron apenas unos minutos para llevarse todo lo que encontraban a mano. Gracias al testimonio de los encargados de la empresa de monitoreo, que llegó al lugar al activarse la alarma, se sabe que los asaltantes permanecieron en la joyería durante exactamente 7 minutos antes de escapar, dejando atrás destrozos y un boquete en la pared como prueba de su ingreso.
Una estructura vulnerable y un operativo preciso
Lo que llama la atención de este golpe es la facilidad con la que los ladrones accedieron a la joyería. La escalera caracol, perteneciente a un edificio de locales comerciales y departamentos, permite que cualquier persona suba hasta el techo, lo que la convierte en un acceso ideal para quienes planean cometer robos. “Es muy fácil acceder desde esa escalera, y lamentablemente no es la primera vez que algo así ocurre en la zona”, comentó Mariela.
Los delincuentes contaban también con un conocimiento detallado de la zona y una evidente coordinación. Entraron y salieron sin ser atrapados, a pesar de la rápida llegada de la seguridad privada y, minutos después, de la policía. A las 3:30 de la mañana, cuando se realizó el llamado a las fuerzas de seguridad, ya era demasiado tarde: el robo ya se había consumado y los responsables se habían esfumado en la oscuridad de la madrugada.
