En el imaginario colectivo argentino, pocas frases tuvieron tanto impacto cultural como el célebre “¿Qué mirá, bobo?”, pronunciado por Lionel Messi tras el triunfo de Argentina frente a Países Bajos en los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. Ahora, esta frase busca trascender el ámbito futbolístico para convertirse en un hito urbano, con una propuesta viral que sugiere renombrar la Avenida Carabobo, en el barrio de Flores, como “¿Qué mirá, bobo?”
La iniciativa, que comenzó como una petición en Change.org, ha captado la atención de miles de personas y ya supera las 500 firmas. Desde el lugar, el periodista Alan Ferraro para Arriba Argentinos aportó más detalles sobre esta peculiar campaña:
“Estamos en Carabobo y Rivadavia, o todavía Carabobo y Rivadavia. La propuesta es que la gente firme una petición online para cambiarle el nombre a esta calle por ‘¿Qué mirá, bobo?’,” explicó Ferraro. También destacó que el pasacalle instalado en la esquina incluye un código QR para facilitar el acceso a la solicitud: “Es increíble la repercusión que generó esta idea. La gente se detiene, escanea el QR y ya hay más de 525 firmas. El próximo objetivo es llegar a las 1000.”
Un debate que mezcla historia y humor
Ferraro subrayó el trasfondo histórico del actual nombre de la avenida, en honor a la Batalla de Carabobo, clave en la liberación de Caracas por parte de Simón Bolívar. “Es un nombre muy relevante, pero el Mundial movió cinco millones de personas en las calles de Buenos Aires, y esa frase quedó grabada a fuego,” agregó.
El periodista también recordó otras iniciativas similares, como la calle extraoficialmente renombrada como “Diego Maradona” en homenaje al astro futbolístico, y planteó una alternativa creativa: “Podría ser ‘¿Qué mirá, Carabobo?’ como una pequeña intervención, aunque no me imagino el GPS dando esa indicación.”
La voz de los vecinos
En el lugar, Ferraro conversó con algunos vecinos para conocer sus opiniones sobre el posible cambio. “¿Le quieren cambiar el nombre a la calle? Está bueno, me gusta,” comentó una vecina, mientras otra añadió: “Es fácil, escaneás el QR y ya podés firmar. Igual, aclaro que la petición no es vinculante, tiene que aprobarla la legislatura porteña.”
Si bien la campaña ha generado entusiasmo entre muchos, Ferraro destacó que la decisión final depende de las autoridades: “Tiempo de cambio, evidentemente. Hay ya una campaña en marcha y esta esquina habla por sí sola.”
La propuesta, que combina humor y orgullo nacional, refleja el impacto cultural del fútbol y su capacidad para unir a los argentinos en torno a un símbolo que ya es historia.
