La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) inhabilitó el registro de conducir de L-Gante luego de detectar que el cantante cometió al menos dos infracciones de tránsito en un video que él mismo publicó en redes sociales.
En las imágenes, se lo puede ver sin el cinturón de seguridad correctamente colocado y manipulando un teléfono celular mientras conducía una camioneta de alta gama, lo que generó la intervención de la Agencia y su inhabilitación.
El video en cuestión se viralizó rápidamente y muestra a L-Gante junto a Wanda Nara mientras conversaban y escuchaban música dentro del vehículo. Sin embargo, lo que llamó la atención de las autoridades fue que el cantante llevaba el cinturón de seguridad pasado por detrás de la espalda, una maniobra común para evitar la alarma sonora del vehículo pero que representa un claro incumplimiento de las normas viales.
“Una cosa es que te lo olvides, pero te tomaste el trabajo de pasarlo por atrás”, acotó May Martorelli en Arriba Argentinos en donde dieron a conocer la noticia. Además, en algunos momentos del video, se lo ve utilizando el celular mientras maneja, lo que constituye una de las principales causas de distracción al volante y aumenta el riesgo de accidentes de tránsito. Ante esta situación, la ANSV actuó de oficio y decidió retener la licencia del artista hasta que realice un examen psicotécnico que determine si está en condiciones de recuperarla.
Exhibicionismo en redes y consecuencias legales para L-Gante
El caso de L-Gante no es el primero en el que una persona queda expuesta a sanciones por compartir en redes sociales contenido que demuestra una infracción. Desde la ANSV vienen advirtiendo sobre la tendencia de algunos conductores, en especial figuras públicas, a exhibirse en situaciones de imprudencia vial.
Más allá de la sanción a L-Gante, este caso pone nuevamente sobre la mesa el debate sobre la responsabilidad de los influencers y figuras públicas en la promoción de conductas seguras. Las redes sociales demostraron ser un arma de doble filo: lo que para algunos puede ser una simple anécdota o un momento de diversión, puede derivar en sanciones legales y, en el peor de los casos, en accidentes evitables.
Por ahora, el cantante deberá cumplir con el psicotécnico obligatorio para intentar recuperar su registro. Resta saber si este episodio servirá de lección o si volverá a protagonizar situaciones similares en el futuro.