En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer, la historia de Celeste Ianelli es un testimonio de fortaleza, esperanza y resiliencia. Diagnosticada con leucemia a los 14 años, su camino estuvo marcado por un largo tratamiento, una recaída y un trasplante de médula ósea donado por su hermana. Hoy, recuperada, comparte su experiencia para brindar apoyo a quienes atraviesan la misma batalla.
Celeste tenía solo 14 años cuando comenzó a experimentar síntomas que parecían comunes, pero que escondían una enfermedad mucho más grave. “Durante un mes y medio me enfermaba, me curaba y volvía a enfermarme. Me agarraban gripes, dolores musculares y un cansancio extremo. Hasta que finalmente un análisis de sangre mostró que algo no estaba bien”, relató en una entrevista con Arriba Argentinos.
El diagnóstico de leucemia cambió por completo su rutina y la de su familia. Comenzó un tratamiento agresivo que incluyó quimioterapia y radioterapia, pero con el paso del tiempo logró la remisión. Sin embargo, a los 20 años, la enfermedad regresó y con ella, la necesidad de nuevos ciclos de quimioterapia y un trasplante de médula ósea.
El rol de la familia y la actitud como claves para enfrentar la leucemia
Para Celeste, el apoyo de su entorno fue clave en su proceso de recuperación. “Te cambia la vida de un día para el otro. La rutina ya no es la misma y la familia pasa a ser una parte fundamental del tratamiento”, afirmó. Su hermana fue quien le donó la médula ósea que le permitió sanar definitivamente, un gesto de amor incondicional que marcó su vida.
![Batalló contra la leucemia desde los 14 hasta los 22 años y cuenta su experiencia para ayudar a otros](https://www.eltrecetv.com.ar/resizer/v2/batallo-contra-la-leucemia-desde-los-14-hasta-los-22-anos-y-cuenta-su-experiencia-para-ayudar-a-otros-KALFPULDQBGC3CWVWQ6SEIHBYI.jpg?auth=59f4b41a0f5ffb8c779c41ba72f1b84cf3b69ac4c6ad511d52eac355a2f91ded&width=767)
Más allá del tratamiento médico, la joven destacó la importancia de mantener una actitud positiva. “Es un momento duro, pero entre pasarla mal y pasarla mejor, siempre es mejor pasarla mejor. Poniéndole humor y buscando el lado positivo, se transita de una manera diferente”, reflexionó.
Hoy, Celeste no solo celebra su recuperación, sino que también busca ayudar a otros. Escribió tres libros basados en su experiencia y se dedica a compartir su historia para inspirar y acompañar a quienes están en pleno tratamiento.
“A quienes están empezando esta lucha, les digo que no están solos. Es un camino difícil, pero con apoyo, amor y una buena actitud, se puede salir adelante”, concluyó. La historia de Celeste Ianelli resuena como un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la esperanza y la fortaleza pueden ser aliados para tratar de vencer cualquier obstáculo.