El mundo despide con profunda tristeza al Papa Francisco. Según el parte oficial del Vaticano, el Santo Padre falleció tras sufrir dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, producto de una fuerte acumulación de mucosidad en los bronquios. El deterioro de su salud se aceleró luego de una neumonía bilateral que lo obligó a ser internado el 14 de febrero. Desde entonces, enfrentó crisis respiratorias, insuficiencia renal, una infección polimicrobiana, además de ser tratado por anemia y requerir asistencia respiratoria.
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En diálogo con Arriba Argentinos, el neumonólogo Sergio Zunino aportó una mirada clínica sobre el cuadro del Papa. “No nos olvidemos que era un adulto mayor con varias comorbilidades, con varios problemas de salud que viene arrastrando en los últimos años, inclusive cirugías. El último evento, con una internación tan prolongada, lógicamente dejó sus secuelas. Y evidentemente todavía no estaba del todo recuperado”, analizó.
Zunino señaló que, a pesar de su estado, el Papa no dejó de cumplir con sus compromisos. De hecho, durante la Pascua, salió con el papamóvil y ofreció unas palabras en público. Para el especialista, ese esfuerzo físico “no colaboró en nada”: “Después de una internación tan larga, uno tiene que recuperarse. Ese gran gasto de energía deja al cuerpo sin reservas. Y en una persona sumamente endeble, de edad avanzada y con un estado delicado, todo esto termina acelerando un desenlace fatal”.
Consultado sobre cuál debería haber sido la recomendación médica luego de un cuadro tan complejo, el neumonólogo fue tajante: “Reposo, rehabilitación, alimentación adecuada y control de enfermedades concomitantes. Todo eso puede ayudar a recuperar de a poco, aunque no quita que haya recaídas”.
Además, Zunino remarcó la importancia de la inmunización en adultos mayores, como medida preventiva ante cuadros respiratorios graves: “Vacuna antigripal anual, vacuna para la neumonía, y también para el virus sincicial respiratorio. Todo eso ayuda a blindar al paciente. Y aunque calculo que el Papa tenía todo al día, es algo que vale destacar para cualquier persona de edad avanzada con afecciones respiratorias”.
El médico también explicó que lo ocurrido con Francisco se observa con frecuencia en pacientes que atraviesan múltiples internaciones. “Cuantas más veces una persona es hospitalizada, más aumenta el riesgo de mortalidad a corto plazo. El cuerpo se debilita, el estado nutricional se deteriora, y eso genera un efecto dominó en los órganos, hasta que el cuerpo no puede más”.
Finalmente, Zunino hizo una reflexión sobre el modo en que el Papa eligió vivir sus últimos días, sin renunciar a su dignidad. “Él mismo había dicho: ‘pongamos un límite’. No quería someterse a un ensañamiento. Y eso es algo que tenemos que respetar. Hoy la medicina tiene recursos para prolongar la vida, pero ¿a qué costo?”.
“Cada ser humano tiene la potestad de decidir sobre su tratamiento. Existen las directivas anticipadas, y debemos empezar a hablar más de eso. No todo tratamiento que alarga la vida garantiza calidad de vida. Y ese límite lo pone el paciente”.
El comunicado del Vaticano
El Vaticano confirmó esta mañana la muerte del papa Francisco, ocurrida a las 7:35 hora local, en su residencia de la Casa Santa Marta. La noticia fue anunciada oficialmente por el cardenal estadounidense Kevin Farrell, camerlengo de la Santa Sede y responsable de administrar el período de sede vacante. “Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro santo Padre Francisco”, expresó.
El pontífice argentino, de 88 años, atravesaba un delicado estado de salud en las últimas semanas. El domingo había reaparecido en público para dar la bendición pascual “urbi et orbi” desde el Vaticano, en lo que fue su última aparición. Visiblemente debilitado, saludó luego a las más de 35 mil personas presentes con una vuelta en el papamóvil. Durante la Semana Santa ya se había visto obligado a delegar los principales ritos litúrgicos, una decisión inédita en su pontificado.
