Silvio tenía 86 años y vivía solo en su casa del partido de Ituzaingó. Durante la madrugada, al menos tres delincuentes ingresaron a su vivienda y lo sorprendieron mientras dormía. El impacto del robo fue tal que el jubilado se desvaneció en el acto.
Más tarde, la autopsia confirmó que no murió por heridas de arma blanca ni por disparos, sino como consecuencia directa del asalto. La policía lo encontró muerto en una silla, con la casa revuelta.
El hecho ocurrió en la casa ubicada en las calles Anchorena y Mascardi. Según relataron en Arriba argentinos, los ladrones ingresaron al hogar entre las 2:30 y las 3:00 de la madrugada y forzaron la reja de una de las ventanas laterales. Los delincuentes se llevaron celular y el dinero de su jubilación. Según informaron, otra persona los habría esperado afuera, en un vehículo, con el que luego escaparon.
Una historia frecuente
Silvio vivía solo desde hacía un tiempo, tras la muerte de su esposa. Aunque en el pasado un nieto residió con él, actualmente lo visitaban a diario sus familiares: su hija, sus nietos, todos solían compartir almuerzos, mates y charlas cotidianas. De hecho, la noche anterior a su muerte, había estado acompañado por un familiar.
La policía trabaja ahora sobre las imágenes de las cámaras de seguridad y el seguimiento del teléfono robado, que se habría activado en la zona de Morón. A pesar de estos indicios, hasta el momento no hay detenidos.
