En Arriba Argentinos, José Fulgonio presentó una historia tan conmovedora como ejemplar. En la localidad de Malvinas Argentinas, bomberos voluntarios lograron salvarle la vida a Uriel, un bebé de 8 meses, que había dejado de respirar tras atragantarse con leche. El hecho ocurrió el domingo por la noche y tuvo como protagonistas a los efectivos del cuartel de Los Polvorines, quienes fueron el primer y más eficaz punto de asistencia ante la emergencia.
“Así llegaba esta familia desesperada porque su hijo estaba con convulsiones, estaba ahogándose, un bebé muy chiquito de menos de 1 año, y los bomberos aparecen como el primer lugar de referencia ante una emergencia así. Y siempre cumplen, siempre salvan”, relató José Fulgonio en vivo desde el cuartel.
“Nos golpearon la puerta con desesperación”: el relato del bombero que salvó a Uriel
Emiliano, uno de los bomberos que intervino en el rescate, recordó el momento con claridad: “Aproximadamente a las 23:45 sentimos que se detuvo un vehículo. Nos golpean, baja una madre con una criatura ahogada. Le hicimos ingresar y le practicamos los primeros auxilios”, contó.

“Lo que se practicó fue un estímulo mediante maniobras similares a la Maniobra de Heimlich, adaptadas para un bebé. No es lo mismo hacerlo en un adulto que en una criatura tan chiquita. Son técnicas totalmente distintas”, explicó.
Gracias a la rápida respuesta y al temple del equipo, el bebé reaccionó en cuestión de minutos. “Vimos que comenzó a responder, así que aprovechamos que estaba el vehículo de la familia y decidimos trasladarlo directamente al Hospital de Niños Claudio Zin”, agregó Emiliano.

Uriel permaneció internado durante cinco días y ya fue dado de alta. Hoy se encuentra en su casa, recuperado.
“El bebé se broncoaspiró tomando leche. Se le cortó la respiración. Fue algo que puede pasarle a cualquiera, un accidente doméstico. Por eso es clave estar preparado y capacitado para este tipo de emergencias”, añadió el bombero.
Vocación, capacitación y trabajo silencioso
Desde el cuartel remarcaron que, si bien no es frecuente recibir casos así, los bomberos están capacitados semanal y mensualmente para actuar ante cualquier tipo de siniestro, incluidos rescates de personas, incendios, accidentes y emergencias médicas.
“Cada uno tiene su trabajo, su familia, pero el que es bombero encuentra el tiempo. Yo, por ejemplo, soy paramédico en una empresa de salud. Llevo 20 años vinculado a esto. Es vocación pura”, explicó Emiliano.

Nacho Otero cerró el móvil con una reflexión simple pero fundamental: “Siempre hay que saber dónde está el cuartel de bomberos más cercano. Porque a veces eso puede salvar una vida. Y los bomberos siempre están.”