El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona quedó envuelto en una fuerte polémica que derivó en su suspensión temporal, tras detectarse que al menos cuatro personas habrían estado filmando la audiencia sin permiso judicial.
Según se reveló en Arriba Argentinos, dos personas —un hombre y una mujer— fueron descubiertas grabando con una handycam en plena sala de audiencias, algo estrictamente prohibido.
“Ahí están, un hombre, una mujer. Comienzan a tomar el registro y, de repente, la policía dice: ‘¿Qué hacen ustedes ahí filmando?’”, relató el periodista Sergio Farella.
Lo más grave fue que estas personas no estaban acreditadas ni registradas como parte del público autorizado, lo que generó una inmediata alarma.

“Todos los abogados de las partes empiezan a preguntar, empiezan a rastrear y no estaban anotados”, agregó Farella.
SUSPENSIÓN DEL JUICIO Y SOSPECHAS SOBRE LA JUEZA
A raíz del escándalo, el juicio fue suspendido y se pidió explicaciones al máximo tribunal provincial. “Le preguntaron a la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires. La Corte dijo que no tenía ninguna respuesta. Nos autorizó la jueza”, contó Sergio Farella.
Las miradas ahora apuntan a la jueza Julieta McIntosh, miembro del Tribunal Oral, por un posible vínculo con las grabaciones. Se investiga si existe relación entre ella y los responsables del material fílmico, en el marco de lo que podría ser un documental sobre el caso.

Incluso se mencionó la posibilidad de una cámara oculta. “Se llega a sospechar que, además de la handycam, también había una cámara oculta en un hombre canoso con lentes oscuros dentro de la sala”, detalló Farella.
EL NOMBRE DE JUAN MCINTOSH Y LAS DENUNCIAS DE LOS ABOGADOS
En medio de la polémica, surgió un nombre: Juan McIntosh, presunto hermano de la jueza, que estaría vinculado al proyecto audiovisual. La jueza negó rotundamente esta versión.
“Dijo que su hermano trabaja como productor, pero que no tiene nada que ver con el juicio de Maradona”, aclararon en el programa.
Frente a esta situación, varios abogados pidieron explicaciones y presentaron una denuncia penal. Uno de ellos fue Mario Baudry, representante de Dieguito Maradona. “Esto es un escándalo en todos los niveles. ¿Cómo puede ser que en una sala haya gente filmando sin estar identificada?”, se preguntó con indignación.“Fui uno de los primeros en denunciar. Para la gente común, que se suspenda un juicio por esto es aberrante”, enfatizó.
También el abogado Fernando Burlando estuvo entre los que firmaron la denuncia. “Esto es una inseguridad total”, dijo en el momento en que se identificó a una de las personas que había grabado el primer día.

“ME PARECE UN DISPARATE”: LA INDIGNACIÓN POR LA SUSPENSIÓN
Baudry fue tajante: “En vez de estar hablando de las barbaridades y de cómo mataron a Diego, estamos discutiendo si una jueza autorizó una cámara o no. Me parece un disparate”.
El abogado también cuestionó el manejo del tribunal: “No discuto la honorabilidad de los jueces, pero no hay conducción. Esto es un mamarracho”.
Además, planteó lo que muchos sienten: que esta situación está siendo usada estratégicamente. “Esto les cae como anillo al dedo a los abogados de los imputados para pedir que se anule todo y empezar de nuevo”, advirtió.
CÓMO SIGUE EL CASO: PRÓXIMA AUDIENCIA EL MARTES
Se espera que el próximo martes todos los imputados —entre ellos, Leopoldo Luque, Agustina Cosachov y otros cinco acusados— se presenten en una nueva audiencia. También asistirán las hijas de Maradona, entre ellas Jana, quien, según relató Baudry, “lloraba desconsoladamente” por la suspensión del juicio.
“Imaginate lo que es para las víctimas que se suspenda todo por una cámara. Es un disparate. Supongamos que sea cierto que la jueza autorizó una cámara, ¿en qué afecta a los imputados o a las víctimas? Es un juicio oral, es público”, remató.
Por ahora, el juicio continúa en pausa. Pero lo cierto es que el proceso por esclarecer las responsabilidades en la muerte de Diego Maradona enfrenta un nuevo obstáculo que pone en jaque la credibilidad del sistema judicial argentino.