La autopsia de la familia asesinada en Villa Crespo arrojó resultados estremecedores que modificaron por completo el rumbo de la investigación. Los informes forenses confirmaron que Laura Leguizamón fue la autora del triple crimen, en el que murieron sus hijos Ian e Ivo, y su esposo, Adrián Seltzer.
Según las pericias, los adolescentes de 15 y 12 años fueron apuñalados por la espalda con más de 10 heridas cada uno. Ambos presentaban heridas defensivas, lo que indica que intentaron resistirse al ataque de su madre. Uno de los menores fue asesinado en el pasillo mientras intentaba huir, y el otro fue rematado en el comedor tras escapar herido.
El padre de los menores fue el primero en ser atacado, mientras dormía. Recibió tres puñaladas sin tener tiempo para reaccionar, según explicó el fiscal César Troncoso. Su cuerpo fue hallado en la cama matrimonial.
LA ESCENA FINAL: SUICIDIO Y CARTA DESGARRADORA
Luego de cometer los asesinatos, Laura Leguizamón regresó a la habitación principal, se apuñaló en el pecho y se arrastró hasta el baño, donde murió sobre el bidet. La autopsia reveló también cortes en las muñecas y otros signos de autolesión.
En la cocina, los investigadores hallaron una carta manuscrita con frases confusas y un mensaje perturbador: “Todo mal fue mucho. Los amo”. También había cajas vacías de medicación psiquiátrica, lo que abre la hipótesis de un posible brote psicótico.
La empleada doméstica que descubrió los cuerpos alertó que Leguizamón había mostrado comportamientos extraños en las semanas previas. Además, una hermana de la mujer confirmó que padecía trastornos psiquiátricos.
