Fernando Dellarciprete tenía 40 años y se mostraba en redes como un hombre de familia. Compartía fotos junto a su esposa, Rocío Villarreal, y sus dos hijos, Tiziano y Francesco, de 8 y 4 años. También publicaba imágenes que reflejaban sus pasiones: el ciclismo, el surf y, especialmente, los cuatriciclos, que solía conducir por médanos y en competencias.
Este miércoles, su nombre quedó asociado a una de las tragedias más impactantes del año: ahorcó a su pareja con el cable de un velador, luego ahogó a sus hijos y finalmente se arrojó debajo de un camión, en un acto de violencia extrema que conmocionó a la ciudad de Tres Arroyos.

UN PERFIL EN REDES QUE MOSTRABA NORMALIDAD
El 16 de abril fue su última actividad en Facebook: cambió su foto de portada por una imagen familiar generada con inteligencia artificial, estilo “Ghibli”. Allí, como en otras publicaciones, se lo veía abrazado a su esposa e hijos, proyectando una imagen de armonía.

Sin embargo, detrás de esa fachada, se escondía un desenlace devastador. Las autoridades investigan los motivos que lo llevaron a cometer este crimen múltiple que incluye femicidio, filicidio y suicidio.
LA INVESTIGACIÓN Y LOS ESCENARIOS DEL CRIMEN
La Policía Científica de Necochea y la Unidad Fiscal de Instrucción trabajan intensamente para reconstruir los hechos. Hasta el momento, se identificaron tres escenarios clave: la casa familiar en Tres Arroyos donde fueron hallados los cuerpos de Rocío y los niños, un campo lindero a la ruta y el sitio donde Dellarciprete se arrojó frente al camión.

La causa fue caratulada como “homicidio seguido de suicidio” y está en manos de la UFI N° 3 de Necochea, mientras que la UFI N° 6 de Tres Arroyos investiga específicamente la muerte de Villarreal.
CONMOCIÓN EN LA ESCUELA DE LAS VÍCTIMAS
Tiziano y Francesco asistían a la Escuela Agropecuaria de Tres Arroyos. Tras la tragedia, la institución suspendió sus actividades. “Las puertas de la escuela permanecerán abiertas como espacio de reflexión y escucha para quienes lo necesiten”, comunicaron desde la dirección. La comunidad educativa, al igual que toda la ciudad, quedó profundamente conmocionada.