Israel admitió este viernes haber ejecutado bombardeos masivos sobre instalaciones nucleares y militares en Irán, en el marco de una ofensiva que el gobierno de Benjamín Netanyahu calificó como “una primera etapa” y que fue respaldada por inteligencia de alto nivel.
Según informó el Ejército israelí, “decenas de cazas” atacaron blancos en múltiples provincias iraníes, como parte de un golpe “ofensivo, preventivo y preciso” destinado a frenar los avances del programa atómico iraní y el desarrollo de misiles balísticos.
El ataque fue ordenado directamente por Netanyahu tras la reciente censura del OIEA a Teherán por falta de cooperación. En paralelo, Israel declaró el estado de emergencia nacional, encendió las sirenas de alerta y pidió a la población que se resguarde ante la posibilidad de una represalia inminente. El ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que “se esperan ataques con misiles y drones contra civiles israelíes”.
Medios iraníes confirmaron explosiones en las afueras de Teherán y otras ciudades como Isfahán y Shiraz, aunque no detallaron daños en sitios como Natanz, Fordow o Arak, donde se concentran las principales actividades nucleares. Imágenes en redes mostraron columnas de humo y cortes de energía, mientras que el régimen iraní aún no lanzó una respuesta militar formal. Sin embargo, la Guardia Revolucionaria anticipó estar “lista para una guerra total”.
La reacción de Estados Unidos ante el conflicto en Medio Oriente
Desde Washington, el secretario de Estado Marco Rubio remarcó que Estados Unidos “no participa” en el ataque israelí y que su única prioridad es proteger a sus tropas desplegadas en Medio Oriente. Por su parte, los mercados reaccionaron con volatilidad y el petróleo Brent subió más de 5 %, en línea con el temor a una escalada regional que involucre a Hezbollah, Siria o los hutíes.
La ofensiva israelí, bautizada como “Operación Nación León”, representa el mayor ataque abierto contra instalaciones nucleares iraníes desde que comenzaron las tensiones hace más de una década. Expertos aseguran que Irán cuenta hoy con suficiente uranio enriquecido como para fabricar hasta 15 cabezas nucleares, lo que fue interpretado como una amenaza directa por parte de Jerusalén.
Analistas internacionales advierten que el conflicto entre Israel e Irán entra ahora en una fase sin precedentes, con alto riesgo de una guerra de gran escala en Medio Oriente. La comunidad internacional, en estado de máxima alerta, sigue de cerca los acontecimientos.
