Con la llegada de las altas temperaturas, en Cuestión de peso trataron un tema crucial para mantener una buena salud y evitar los golpes de calor: estar bien hidratado.
“Lo primero es saber que la sensación de sed es el primer termómetro de si estamos hidratados o no. Pero en los extremos de la vida, tanto los chiquitos que se olvidan de tomar líquido, y a partir de los 35 o 40 años, el sensor de la sed en los grandes se va calcificando, y perdemos la sensación de sed, por eso a veces debemos obligarnos a tomar agua”, empezó explicando Adrián Cormillot.
Y prosiguió: “Vamos a dar dos ejemplos de dos personas, una deshidratada y una con una buena hidratación. Mirá la lengua de Hernán, está blanca, saburral. Y la de Marcelo, más coloradita. El color de la lengua es un símbolo de hidratación, es bastante sensible y está bueno saberlo”.
“Pero la forma más sensible de mirarlo se llama ‘escala de Armstrong’, y es la escala de cómo es el color de tu pis. Vos fíjate que si vos orinás entre el color de 1 a 3 estás muy bien hidratado, es el pipí claro, bien clarito, transparente prácticamente. Cuando hacemos de 4 a 6 estamos deshidratados y más de 6 ya es una deshidratación importante”.
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Y luego, Abril Cormillot indicó de qué manera conviene protegerse del calor. “Para empezar, la recomendación de líquido por día es alrededor de 2 litros, va a variar, depende si hacemos ejercicio, si somos deportistas, en el peso corporal, hombre, mujer, y en el deporte también vamos a requerir más cantidad. Pero la base son 2 litros, que sean alrededor de 8 vasos”, dijo la nutricionista.
“Un secreto para eso, para los que nos cuesta tomar agua, dejen vasos en distintos lugares, dejá uno en la mesa de luz, otro en el baño, no porque vayas a tomar agua del baño, pero al ver el vaso vacío, sabés que tenés que ir a cargar. Es para recordar en distintos lugares que tenés que tomar agua”, recomendó Mario Massaccesi.
“O llevarse la botella siempre encima en la mochila, transparente, porque a veces cuando es opaca no nos damos cuenta. Transparente para tener bien preciso cuánto vas a tomar por día, y también usar el almuerzo o la cena para decir ‘es el momento de tomar mi gran vaso de agua antes de empezar a comer’”, añadió Adrián.
