Camilota, una de las participantes más queridas de Cuestión de peso, tuvo que enfrentarse al espejo y no le gustó lo que vio. “¿Cómo ves a esa Camila?”, le preguntó Sergio Verón. “Gorda”, admitió la concursante quien agregó: “No me gusta”.
Mientras se miraba al espejo, Camilota no pudo evitar romper en llanto. Sin embargo, el especialista le hizo recordar a cómo estaba cuando ingresó en el programa, el 6 de mayo de 2024. “No me conozco”, aseguró la participante del programa, entre lágrimas.
“No es la imagen que más te gusta, pero es por ahí la que tenemos que tener presente para que vos sigas”, aseguró Sergio Verón quien la impulso a seguir con el tratamiento que tan bien está llevando adelante y gracias al cual ya logró bajar 30 kilos.

Camilota se probó el pantalón con el que llegó a Cuestión de peso
“Hay una imagen que vos tenés, que evidentemente no es la de la realidad, pero tampoco es de la que vino. Son 30 kilos”, resaltó Maju Lozano mientras consolaba a Camilota, rota en llanto. “¿Falta? Sí, puede ser que falte. Pero hay un camino recorrido muy largo”, agregó la conductora.

“De repente se olvidan todo lo que han bajado, como que no alcanzará nunca. Obviamente falta, porque hay una cuestión de salud siempre en juego. Pero claramente esa no es la misma Camila que está acá parada hoy”, siguió diciendo la conductora que está reemplazando a Mario Massaccesi.
“Yo creo que esta es la Camila que vos tenés que tener en mente en este momento. La Camila que vos no te gustaría volver, ¿o sí? Vos estás mucho mejor parada hoy”, aseguró Sergio Verón antes de que la participante contara qué era realmente lo que la angustiaba tanto de verse así.

“A través de la gordura, y a través de la sonrisa, estaba guardando mi enfermedad y todo lo que venía arrastrando y por eso me duele tanto ver esa foto”, confesó Camilota. “No sos más esa, eso lo podés reconocer. Esta panza se achicó. Vos bajaste 30 kilos”, remarcó el especialista.
Entonces, Maju Lozano le preguntó si se animaba a probarse el pantalón con el que llegó al programa. “Con este pantalón entraste. ¿Te animás a ponértelo?”, preguntó y ella, sorprendida, respondió: “¡No lo puedo creer! No puedo creer estar probandome la ropa con la que entré y poniéndome las dos manos acá”.