Alberto Cormillot planteó los pros y los contras de ofrecer el asiento a personas con obesidad en el transporte público. El médico explicó en Cuestión de peso por qué a veces es bueno dar el lugar a alguien que tiene mucho sobrepeso, pero también advirtió sobre la parte negativa de realizar ese gesto.
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Mario Massaccesi estaba hablando con el jefe del equipo médico del programa sobre los problemas de la retención de líquido de los participantes, cuando agregó que esto se potenciaba por “la cantidad de horas que viajan en colectivo para llegar a la Clínica” Cormillot.
“En algunos casos, como el de Lionel, que se toma tres colectivos para llegar a la Clínica a las 6:30”, indicó el conductor, poniendo el foco en que no duermen lo suficiente.
“Sí, es la cantidad de sueño que ellos tienen, que no se ha podido resolver mucho en el programa, porque la realidad es que ellos no duermen lo suficiente”, aclaró Cormillot.
“Lionel, ¿ese viaje lo sentís en las piernas?”, le preguntó Mario al participante, quien confirmó que es peor cuando regresa a su casa, porque el colectivo va lleno.
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La visión de Alberto Cormillot
“Supongo que no te dan el asiento, ¿no? ¿Deberían darle el asiento, Doctor?”, le consultó.
“Algunos lo pueden llegar a sentir como una ofensa, es complicado el tema del asiento”, advirtió Alberto.
“Pero nosotros, como pasajeros, ¿qué deberíamos hacer?”, insistió Massaccesi.
“Ofrecérselos, pero la persona con sobrepeso que viaja puede llegar a sentirlo como una ofensa, como que le están diciendo ‘che, gordo, ¿te querés sentar?’”, agregó el médico.
