A menudo, Cuestión de Peso revela un nuevo superalimento que solemos tener en casa sin saber lo importante que puede ser para la salud. Esta semana, Adrián Cormillot y el equipo de nutricionistas pusieron en el centro de la escena a un clásico de todas las cocinas: la zanahoria.
Aunque muchos la asocian únicamente con los conejos y la vista, el programa profundizó sobre sus propiedades nutricionales, su historia y las múltiples formas de incorporarla en las comidas diarias. “¿Alguna vez viste un conejo con anteojos?”, bromeó Sergio Lapegue mientras destacaban que la zanahoria es rica en vitamina A y betacarotenos, compuestos esenciales para la salud visual.
Pero sus beneficios no se detienen ahí: también favorece la salud de la piel, ayuda a regular el tránsito intestinal gracias a su alto contenido de fibra, y tiene un efecto saciante que la vuelve ideal para colaciones saludables.
“Yo le agrego zanahoria rallada a la tostada con queso crema en el desayuno, y me da mucha más saciedad”, comentó una de las nutricionistas del ciclo. Otros aportaron ideas como consumirla hervida, en puré, en salteados o incluso en pastoncitos para untar como reemplazo de las harinas. “Zanahoria con zapallo y calabaza es una combinación riquísima”, sugirió Lapegue.
La historia de la zanahoria
Uno de los datos curiosos del segmento sorprendió a todos: la zanahoria no siempre fue del color que conocemos hoy. “En el siglo XVIII se volvió naranja, en honor a la Casa Real de los Países Bajos”, explicó Cormillot. Antes, existían zanahorias blancas y púrpuras, muy distintas a la versión moderna que se impuso por razones políticas y simbólicas.
Fácil de conseguir, económica y versátil, la zanahoria se puede consumir cruda, cocida, rallada, en ensaladas, sopas, guisos, tortas e incluso jugos. Su sabor dulce natural la hace ideal tanto para platos salados como dulces, y su textura crocante es perfecta para quienes buscan un snack saludable entre comidas.
El mensaje de Cuestión de Peso fue claro: la zanahoria merece un lugar destacado en nuestra alimentación diaria. No sólo por sus nutrientes, sino porque su consumo regular puede ser una herramienta clave en la prevención de enfermedades, el control del peso y el bienestar general.