Este viernes Cuestión de peso inició con una imagen muy particular: Yael atada a su sillón. “Yael no se quiere ir y está a un suspiro de su alta... pero también puede quedar eliminada”, señaló Mario Massaccesi sobre la participante.
“¡De acá no me saca nadie!“, decretó Yael desde su lugar. ”Es alta o eliminación, pero ella armó piquete, se atrincheró, se ató al sillón. ¿Cómo se va a pesar? ¿Con sillón? Cormi, ¿trajiste tijera?“, le preguntó el conductor a Alberto Cormillot.
Luego, se dirigió a la participante para saber cuál era su idea. “Yael, ¿qué pasa? ¿No te querés ir?“, le preguntó. ”No, no me voy, no me peso, me quedo", sentenció ella, muy confiada. Sin embargo, minutos más tarde tuvo que subir a la balanza.

Yael llegó a su alta y celebró con todo
“Voy a seguir así hasta la semana que viene: huelga de hambre y no duermo”, afirmó Yael mientras seguía atada al sillón, sin querer desatarse para subir a la balanza. “La de hambre no la va a hacer”, interrumpió Sergio Verón, muy seguro.
Luego de ver un emotivo video que grabó la mamá de Yael por el Día del Niño, Yael rompió en lágrimas. Pero el momento de la verdad se acercaba y la participante tuvo que desatarse del sillón para subir finalmente a la balanza para pesarse.

“Es alta o eliminación. Con 90 kilos llega a su alta. 89,900 kilos es lo que tiene que pesar. O sea que se va o se va”, advirtió el conductor. Finalmente, la balanza arrojó que la participante que había ingresado el 13 de mayo pesaba 89,700 kilos.
Por 200 gramos, y por segunda vez en el programa, Yael recibió su tan esperado alta. “¡Dale que se puede!“, celebró la participante entre aplausos, baile y vuelta carnero. Con el entusiasmo, le tiró una lluvia de papelitos a Alberto Cormillot.

“Este equipo siempre fue un mil”, aseguró Yael, emocionada. “Conmigo, con todo el grupo. Siempre fueron los mismos, son las mismas personas, en la clínica también. De 2018 a hoy son los mismos, las mismas clase humana”, agregó.
“¿Qué les puedo decir? ¡Gracias! Gracias siempre por tenerme en cuenta, por estar, por decirme: Yael, vos siempre podés. Aunque a mí me cuesta mucho. Pero lo logré gracias a ellos. A mí me gusta estar acá y disfruto estar acá”, sumó.

Verón, por su parte, resaltó: “Bajó 20,700 kilos. Está por debajo del peso de alta que nosotros ya habíamos establecido”. Por este motivo, el conductor preguntó si estaba dispuesta a ir por su segunda alta. Si bien ella dijo que sí, Cormillot la frenó.
“No, lo tenemos que evaluar, es un proceso la decisión de la segunda alta. El lunes lo definimos, no es automático. Le tenemos que dar el fin de semana a pensar en eso”, explicó el doctor. Antes de irse, Yael le dejó un mensaje a todos sus compañeros.
“Los quiero, me encantó compartir esto con ustedes. Disfruten, hagan lo que tengan que hacer, porque si de acá no se van flacos, es para pegarles. Así que disfruten. Es algo re lindo y sé que pueden. Y van a poder llegar ahí”, se despidió Yael