Si de grandes hitos en la tele nacional se trata, sin lugar a dudas que Poliladron ocupa uno de los lugares más predominantes: es que su forma de ser producida y guionada significaron un antes y un después en la pantalla de todos los televisores.
Justamente, Adrián Suar y Gustavo Bermúdez, invitados al show de Dante Gebel, hablaron del gran éxito: “Poliladron no es casualidad, pero a veces en la vida uno sueña y se te alinean los planetas o no; siempre hay una cuota de suerte en la vida”, recordó quien supo interpretar al Nene Carrizo.
“Yo me acuerdo que bajaba a la isla de edición y pedía expresamente cómo quería ver la serie”, repasó Suar.
A su turno, Bermúdez también trajo a colación una anécdota, en la que su amigo y productor había hecho mención a cómo se visualizaban las series y películas norteamericanas: “Estábamos en casa mirando con un televisor gigante y decíamos: ‘¿Por qué no vemos así los programas que hacemos nosotros?’, y ahí nació la curiosidad de querer hacer algo distinto”.
¡IMPERDIBLE!
El trabajo de uno, el trabajo de todos, en La Divina Noche de Dante
Más allá de ser la cara visible del proyecto, Suar también destacó a todo el equipo que llevó a cabo Poliladron, por el esfuerzo que significó adaptarse a hacer televisión de una manera diferente: “Poliladron fue una época, y lo hice con ayuda de mucha gente, no lo hice solo”.
Y siguió: “Después me puse la cinta de Capitán, cuando empecé a tener confianza en mí mismo. A ese talento de la confianza no le gana nadie ni nada”.
Por otro lado, Suar también destacó a la vieja escuela, que forjó las bases de su carrera y que fue clave en lo que siguió después: “Yo me inspiré mucho con mi estilo, pero aprendí de la buena televisión; de Alberto Migré, Hugo Moser o Abel Santa Cruz”.
“Ellos fueron hacedores importantes y que yo tomé para aprender. Después, obviamente, lo capitalicé y lo procesé con mi ideología artística”, cerró.
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