Mirtha Legrand esperó hasta casi el final de La noche de Mirtha para lanzar un dardo letal hacia Federico Andahazi, y sinceró un enojo que, según sus palabras, perduró durante dos décadas. El motivo de la histórica disputa refiere a la novela “Las Piadosas” que el escritor publicó en 1998.
“¿Y qué tenían que ver las Legrand?“, preguntó Mirtha respecto al apellido de las protagonistas del libro erótico que escribió Andahazi. ”¿Vos te inspiraste en nosotros?“, insistó la conductora, visiblemente molesta y con deseos de conocer la verdad.
“No, en absoluto. Es que las Legrand, el apellido lo tomo de William Legrand, que es el protagonista del Escarabajo de Oro, de Edgar Allan Poe. De ahí viene el nombre. Edgar Allan Poe” se excusó el escritor, ensayando una explicación que no terminó de convencer a la conductora de La noche de Mirtha.
“Era horrible, horrible”, exclamó La Chiqui, al tiempo qeu Andahazi comunicaba un anuncio inesperado. “Te lo digo acá en esta mesa, le voy a cambiar el apellido a las hermanas. En la próxima edición vamos a cambiarle el apellido”, señaló uno de los invitados a la mesaza.
“¿Te acordás un día en una fiesta en el Alvear, en el Hotel Alvear, que vos me llamaste Mirta, Mirta, yo hice el gesto de ‘no, no, no, te hablo’ y seguí caminando“, relató la diva. “Un puñal que tengo clavado hasta el día de hoy. Y te tengo sentado en mi mesa”, comentó.
“Después de eso me diste explicaciones. Pero mi hermana, pobrecita, se murió odiándote”, sentenció Mirtha para dejar en claro el dolor que provocó esa desafortunada alusión del escritor en las hermans Legrand.
El motivo del enojo de Mirtha y su hermana Goldie
El centro del reclamo de Mirtha radica en la decisión de Andahazi de usar el apellido “Legrand” para nombrar a las protagonistas de su libro: “las gemelas Legrand”.
Según el resumen de la novela , estas hermanas en la ficción se alimentaban de un “fluido vital que no era precisamente sangre”, en lo que Andahazi describió como “una vuelta de tuerca a la historia del vampiro”.
Para Mirtha, esta referencia, en lo que se califica en una fuente como una “novela sexual”, fue percibida como una alusión personal directa a ella y a su hermana, y la consideró “Horrible, espantoso!”.
La “diva” no ocultó la profundidad de su ofensa, remarcando que “Durante un tiempo no te saludé”. Recordó un incidente específico en una fiesta en el Hotel Alvear donde, al intentar él hablarle, ella hizo un gesto de negativa y siguió caminando.
Confesó que en ese momento lo “despreciaba”, y que el episodio es “un puñal que tengo clavado hasta el día de hoy”.
El tenso intercambio dejó en claro la profundidad del enojo de Mirtha Legrand por el uso de su apellido en una obra de ficción percibida como ofensiva, a pesar de las explicaciones del autor, sellando el compromiso de modificar la obra para futuras ediciones.