Invitado a La noche perfecta, Mariano Iúdica sorprendió al contar el motivo por el cual rechazó la oferta de Susana Giménez de arreglarse la dentadura con el odontólogo personal de la diva. “Ella tenía una obsesión con los dientes”, reconoció el invitado en diálogo con Sebastián Wainraich.
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“¿Es verdad que Susana Giménez te pagó el arreglo de tu dentadura con su dentista personal pero te dio tanto miedo que no fuiste?”, le preguntó el conductor de La noche perfecta a la hora de hacer La Pregunta Fuerte. “Miedo, no. Vergüenza”, respondió Mariano Iúdica, sin vueltas.
“No lo acepté porque Romina no quiso. Le pareció -y a mí también- tremendo”, agregó el invitado quien terminó contando el motivo por el cual la diva de los teléfonos le hizo este millonario ofrecimiento y el motivo por el cual terminó rechazando la propuesta única.
Por qué Mariano Iúdica rechazó el millonario ofrecimiento de Susana Giménez
“Yo había mordido una granada, no sé si se acuerdan”, bromeó Mariano Iúdica con respecto a su dentadura. “Yo hice 37 puntos de rating con esa boca que tenía... ¡y nadie me paró! Era tanta la energía que tenía que la gente no reparaba en mis dientes”, agregó el invitado en La noche perfecta.
Luego, el productor contó: “Yo hacía el sketch con Susana. Nos iba muy bien, era muy divertido. Yo ese año estaba mucho adentro del canal y un día me dijo: ‘vos tenés facha, ¿por qué no te arreglás esa boca?’. Ella tenía una obsesión con los dientes”. Sin embargo, él le dijo que no lo hacía porque era muy caro.
La conductora insistió y terminó dándole la dirección de su odontólogo que atendía en Callao y Quintana. “Ni estacionar podía”, bromeó el actor. Una vez que el odontólogo lo atendió, le dijo todo lo que tenía que hacerle y él quiso saber cuánto iba a salir el trabajo. “Vos no te preocupes”, le contestó el dentista.
Cuando salió del consultorio, insistió y le preguntó a la secretaria, quien le reveló que el trabajo completo salía aproximadamente 22.000 dólares. “Pero mirá que Susana dijo que ella se hace cargo de todo”, le indicó ella. “Te llegás a hacer los dientes y sos un caradura”, le dijo Romina, su esposa. “Y no volví”, reconoció el actor.
