Catherine Fulop pasó por La noche perfecta, donde mandó al frente a su hija Oriana Sabatini y la trató de “bocona”. La actriz recordó una situación incómoda que vivió junto a su esposo, Ova Sabatini, su hija mayor y su pareja, Paulo Dybala, en un restaurante de Miami, donde la cantante habló de más y casi le provoca un síncope a su papá.
“¿Es verdad, Catherine Fulop, que tu yerno, Paulo Dybala, los invitó a comer a un restaurante súper top en Miami? ¿Y que, a la hora de la cuenta, tu hija no tuvo mejor idea de decir que pagaban ustedes?”, le preguntó Sebastián Wainraich.
“Sí, porque Ori... O sea, cuando ellos empezaron a salir, es como que Ova, acostumbrado a que, en realidad, él es el papá y que, cuando vienen mis hijas con sus novios… Él es de la vieja escuela. El ‘pago yo’”, empezó contando la actriz. Y prosiguió: “Habían hecho una apuesta jugando al tenis, y Ova le gana a Paulo”.
“Vas a jugar con un Sabatini al tenis, Paulo… Qué verde, Paulo”, chicaneó el conductor, provocando la risa de todos.
“Entonces, él le debía una cena y dice ‘chicos, los quiero invitar a cenar’, dice Paulo. Yo elijo el lugar, nos sentamos, y había toda una pared así llena de champagne. Y había un champagne así como que... De esos, tú sabes”, le explicó la venezolana, haciendo referencia a que era muy costoso.
“Y me dice ‘¿tú has probado ese champagne? Yo ‘bueno, no he tenido el placer, pero debe ser muy rico’. Lo pide. Opa. Ova, tú sabes, como asustadito. Igual él estaba como confiado”, agregó Cathy.
“Ese champagne, vamos a explicarle a la gente, es un cuatro ambientes en Caballito, más o menos. Es una cosa así, cuatro ambientes con dependencias”, ironizó Wainraich.
Por qué Ova Sabatini se puso pálido
“Entonces, cuando se termina el champagne, ¿qué pasa? Y se me queda mirando porque él dice ‘¿quieres otro?’. Pedimos otro. Y Ova, tú sabes, se queda mirándome a los ojos. Y yo, ‘bueno, ok, chévere’. Entonces, habían pedido platos y más platos. Pedía esto y no sé qué, sushi, y salmón crudo para... Todo, tú sabes, exquisito. Cuando va a pedir la cuenta, le dice a Ori, ‘pásame tu cartera’. Y ella le contesta ‘No, deja que paga mi papá’”, reveló Fulop.
“Ova estaba pálido, y estuvo, de verdad les digo, cinco días sin dormir. Porque la cuenta fue como más de 3.000 dólares. O sea, si nada más la botella costaba 2.500. Ova estuvo sin dormir como cinco noches”, recordó.
