Un violento crimen ocurrido en pleno barrio de Recoleta conmocionó a la ciudad de Buenos Aires. Fabián Sturm Gardon, un ciudadano uruguayo de 42 años, fue asesinado de tres disparos por la espalda cuando ingresaba a un kiosco en la calle Paraguay, entre Laprida y Agüero. La modalidad del ataque, con un arma equipada con silenciador y la precisión del tirador, dejó en evidencia que no se trataba de un robo casual, sino de una ejecución meticulosamente planificada.
En Mañanísima, el periodista especializado en policiales, Ignacio González Prieto, ofreció un análisis que ayuda a comprender el trasfondo de este caso. Según Prieto, existen tres tipos principales de sicarios:
Sicarios de organización: aquellos que trabajan exclusivamente dentro de una estructura delictiva y cumplen el rol de ejecutar asesinatos.
Sicarios asalariados: independientes de las organizaciones, actúan como autores materiales contratados para llevar a cabo crímenes en nombre de un autor intelectual.
Sicarios ideológicos: motivados por razones políticas, religiosas o ideológicas.
En el caso de Sturm Gardon, las características del ataque sugieren que el crimen podría encuadrar en el segundo tipo, un sicario asalariado contratado para ejecutar un ajuste de cuentas.
El crimen de Recoleta y una conexión que despierta sospechas
El asesinato de Sturm Gardon no es un hecho aislado. Su socio, Marcelo González, también fue asesinado en circunstancias similares meses atrás. En aquel episodio, un grupo de sicarios lo emboscó mientras estaba en un auto junto a su padre, quien resultó detenido en medio de la investigación por presunta colaboración en el hecho.
Estos crímenes, junto con los vínculos de Sturm Gardon con la colectividad gitana y el negocio de compraventa de autos, llevaron a los investigadores a barajar varias hipótesis. Una de las líneas apunta a la participación de una banda de origen uruguayo vinculada con actividades ilegales, posiblemente relacionada con el narcotráfico de Rosario.
La misteriosa riñonera robada en el crimen sicario de Recoleta
Un detalle clave en el caso es la riñonera que la víctima llevaba ajustada al cuerpo y que el sicario tomó antes de huir en un auto. Aunque no se ha confirmado su contenido, las posibilidades van desde dinero hasta documentación sensible, lo que podría ser un motivo adicional detrás del ataque.
La fiscal Marcela Semería, a cargo de una causa relacionada con operaciones ilegales de Sturm Gardon, y el fiscal Marcelo Roma trabajan en determinar las conexiones entre este asesinato, el de Marcelo González y las actividades de ambos. El objetivo es identificar quiénes integran esta red y qué papel jugaron en la ejecución del hombre asesinado en Recoleta.
