Hace 18 años que Nora Dalmasso no descansa en paz, luego de que la asesinaran con saña en su casa del country de Río Cuarto. Pero este fin de 2024 llegó con la sorpresa de que aparecieron nuevos elementos en la causa ya prescripta por su homicidio que podrían esclarecer el crimen, tal como lo reflejó Ignacio González Prieto en Mañanísima.
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“Fue una mala investigación, pasaron cinco fiscales, había dos pruebas maestras que tenían la investigación desde hacía mucho tiempo reservadas. Una era un vello púbico de una persona que no era Dalmasso, y el otro era el cintillo de la bata donde había tres ADN posibles. El primer ADN de la víctima, segundo ADN del linaje Macarrón, lógicamente la bata estaba en la casa, por lo tanto los Macarrón hombres, el marido, el hijo, tenían contacto con esa ropa, y el tercer ADN era un ADN indefinido”, empezó explicando González Prieto.
Y prosiguió: “Yo puedo tener el ADN de un hombre, pero no lo puedo constatar porque no lo tengo dentro de los detenidos”.
Y luego, el periodista recordó cómo fue el homicidio de Nora Dalmasso: “Ellos vivían en una casa muy linda, cerca del aeropuerto, y se estaban dando varias circunstancias, fijate cómo tenía el campo abierto el asesino. El hijo estaba en Córdoba, la hija estaba en Estados Unidos, el marido se había ido a jugar un torneo de golf a Uruguay. Nora tenía una rutina, usos y costumbres de salir por la noche a cenar con sus amigas y regresar a la casa sola. Y, mientras tanto, en ese escenario, había un grupo de personas que estaba haciendo arreglos en la casa”.
“¿Quiénes deben ser los primeros sospechosos si hay un crimen en la casa? La gente extraña la que está haciendo arreglos. ¿Quién mira? ¿Quién escucha? ¿Quién sabe los movimientos? Los que están en ese momento trabajando en la casa desde hacía varios meses. Lo lamentable de todo esto es que hubo un grupo de peritos en su momento, algunos fueron profesores míos, el doctor Fenoglio, el doctor Osvaldo Raffo y el doctor Raúl Torres, que dijeron desde un primer momento ‘es alguien que sabe los movimientos de la casa, es alguien que vigiló y es alguien que estaba al acecho y sabía los movimientos de la familia’”, continuó Ignacio.
“La esperó a Nora dentro de la casa y la maniobra de muerte, yo recuerdo cuando miraba las fotografías y los vídeos, era muy clara lo que pasó. La verdad que el material es muy fuerte pericialmente, pero estaba claro que había un hombre que la estaba esperando a Nora dentro de una habitación, que era la habitación de la hija. Nora llegó a las 11 de la noche de cenar con sus amigas, se bañó, estaba desnuda, se puso la bata y, cuando entró a la habitación, ese hombre la sorprendió, la golpeó, se trabó en lucha, la levantó, la tiró contra una pared”, agregó.
“Hubo abuso, golpeó la cabeza contra la pared, ella quedó parcialmente desvanecida, la persona generó un ataque sexual brutal, con marcas lógicamente en toda la zona genital, muy particular de un ataque sexual, no de una relación sexual fogosa como se hizo en su momento. Y te voy a marcar un detalle, que a mí como criminólogo me genera sin ningún tipo de dudas de que la atacaron sexualmente: ella, en el pecho derecho, una persona la había mordido y le había arrancado la tetilla”, describió González Prieto.
El caso Nora Dalmasso sin vueltas
“Esa mordida es muy importante para el forense, porque si vos tenés la persona y haces un estudio del buco palatino, todas las mordidas, todos los dientes, mordemos distintos todos, y tenemos dientes distintos, por lo tanto ahí tenías un atacante sexual que generó un estrangulamiento manual, a Nora Dalmasso la agarró una persona desde atrás, la agarró con una mano izquierda, la agarró desde atrás, desde la cintura, con la mano izquierda, tenía puesto un reloj como el mío, porque con esta parte del reloj generó una marca en la cintura de agarre, de presión”, dijo el periodista.
“Con la mano derecha le cubrió en una asfixia mixta la boca y la nariz, la llevó hacia atrás, ahí donde se produce la lucha, la tira, después hace un estrangulamiento manual con las manos y, para asegurarse el resultado de muerte, saca el cintillo de la bata, le hace un doble nudo y, con una fuerza de 15 kilos y una secuencia de tres a cinco minutos, la mata. Ese es el caso Nora Dalmasso, lo demás es fantasía”, cerró.
