La infidelidad y el engaño son temas que siempre generan debate y despiertan la curiosidad de quienes buscan señales para identificar la verdad. En Mañanísima, Hugo Lescano, un experto en gestualidad, desentrañó algunas claves científicas que pueden ayudarnos a detectar si nuestra pareja nos está mintiendo. Aquí te compartimos lo más destacado.
El especialista destacó que el cuerpo humano tiene más de 10.000 combinaciones de expresiones faciales que podrían indicar contradicciones en el discurso. Una herramienta científica conocida como Sistema de Codificación de Acción Facial permite analizar esos gestos y detectar posibles señales de mentira.
Por ejemplo, si le preguntas a tu pareja: “¿Dónde estuviste?” y notas que su tono de voz se vuelve más agudo o fluctúa de forma inusual, esa puede ser una señal. Este cambio en el paralenguaje ocurre porque, al mentir, el cerebro busca liberar tensión, lo que afecta el tono natural de la voz.
Además, los gestos son claves: el movimiento de las manos, la postura o incluso microexpresiones como sonreír de forma nerviosa podrían revelar que algo no encaja.
El mejor momento para descubrir si tu pareja miente
Según Lescano, el momento del día influye directamente en nuestra capacidad para decir la verdad. Por la mañana, los niveles de ética y moral están más elevados, ya que el cerebro está menos contaminado por el estrés del día. Por eso, si buscas respuestas sinceras, lo ideal es preguntar entre la ducha y el desayuno.
A medida que avanza el día, nuestra capacidad de mantener estos niveles disminuye, y al llegar la noche es más fácil que alguien elija mentir para evitar un conflicto. “Si querés que te digan la verdad, preguntalo en el desayuno; si querés que te mientan, hacelo a la noche”, resumió el especialista.
¿Hombres o mujeres? ¿Quiénes mienten más?
Aunque el debate sobre quién miente más sigue abierto, el experto señaló que los hombres tienden a ser más evidentes cuando no dicen la verdad. Sin embargo, aclaró que esto varía según factores culturales: en América Latina, por ejemplo, la mentira es más frecuente que en Europa, donde la rigurosidad con la verdad es diferente.
Una de las revelaciones más interesantes fue cómo el cerebro libera tensión cuando alguien miente. “El estrés que genera el acto de mentir es tan grande que, si no lo canalizáramos con gestos o contradicciones, podríamos tener problemas de salud serios, como un ACV”, explicó Hugo Lescano.
Si bien no hay una fórmula mágica para detectar una mentira, el cuerpo y el tono de voz suelen ser los mejores delatores. La próxima vez que tengas dudas, presta atención no solo a las palabras, sino también a cómo son dichas y cuándo lo son.
