En Mañanísima revelaron datos de último momento y muy relevantes del caso que conmueve al país. Es que el doble crimen de los dos adolescentes de Florencio Varela mantiene en vilo por la crueldad del hecho y los muchos interrogantes que hay alrededor.
“Un dato curioso es que del lugar aparece Josué hace tiempo con un cartonero. Sí, por la zona. El papá de Josué también era cartonero. La imagen es de hace tiempo y se lo ve en el Street View de Google”, comentó Federico Seeber ante la mirada atónita de Carmen Barbieri.
LA INVESTIGACIÓN DEL DOBLE CRIMEN
La investigación por la trágica muerte de Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14), los adolescentes hallados sin vida en un descampado de Florencio Varela, sigue avanzando. La autopsia preliminar confirmó que ambos presentaban traumatismo de cráneo, aunque no se detectaron otras heridas ni signos de violencia.
La investigación, a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas, descartó versiones que indicaban que los chicos habían sido maniatados o mutilados. Por el momento, la causa está caratulada como “robo y homicidio criminis causae”, ya que sus pertenencias no fueron encontradas en el lugar.
Otro dato clave que reveló Bustos Rivas es que Paloma y Josué llegaron por sus propios medios al descampado. Las cámaras de seguridad los captaron caminando juntos cerca de las 18 horas, pero nunca se los vio salir.
Sin embargo, la versión oficial genera dudas entre los familiares y algunos testigos, quienes sostienen que en la zona donde fueron hallados los cuerpos se realizan actividades de narcomenudeo y suelen esconderse delincuentes.
EL LUGAR DONDE DESAPARECIERON Y MURIERON
Desde Arriba Argentinos, el periodista Alan Ferraro recorrió el descampado donde fueron hallados los cuerpos, ubicado entre las vías del tren y la fábrica de baterías Champion, a 15 cuadras de la casa de Paloma. Ferraro describió la zona como un punto de alta inseguridad, donde delincuentes se esconden, indigentes pasan la noche y se queman cables robados.
En el informe, se destacó que la vegetación frondosa impide la visibilidad desde la ruta, lo que hace que cualquier hecho violento pueda pasar desapercibido. “Este es el lugar ideal para que pase lo que no tiene que pasar”, expresó el periodista, subrayando la falta de patrullaje en la zona.
LA DESAPARICIÓN Y EL TRÁGICO HALLAZGO
Los adolescentes fueron vistos por última vez el jueves por la tarde. Paloma le avisó a su padre que iría al gimnasio y luego se encontraría con su amigo en la plaza del barrio. Sin embargo, nunca llegaron a destino.
A las 21, el padre de Josué se dirigió a la casa de Paloma al no recibir noticias de su hijo. Preocupados, las familias iniciaron la búsqueda y realizaron la denuncia ante la policía. Con el paso de las horas, la desesperación aumentó y sus fotos comenzaron a viralizarse en redes sociales.
Finalmente, el sábado por la tarde, un llamado al 911 alertó a las autoridades sobre el hallazgo de dos cuerpos en un descampado, ubicado entre las vías del tren y la fábrica de baterías Champion, debajo del puente Bosques.
¿VIERON ALGO QUE NO DEBÍAN?
La justicia intenta determinar por qué los adolescentes fueron hasta ese descampado y si fueron víctimas de un simple robo o si vieron algo que los puso en peligro. El abogado de la familia de Josué, Carlos Diegues, planteó sus dudas sobre la hipótesis del asalto: “¿Quién mata a dos chicos en pleno día solo para robarles una mochila y dos celulares? No se entiende qué resistencia pudieron haber puesto Josué, de 14 años, y Paloma, de 16″, aseguró el letrado. En esa misma línea, agregó: “En la zona hay actividades de narcomenudeo y delincuentes. ¿Ellos vieron algo que no debían?”
La reconstrucción de los hechos índica que Paloma y Josué llegaron por sus propios medios hasta el descampado. Las cámaras de seguridad los captaron caminando juntos cerca de las 18 horas, pero nunca se los vio salir.
El padre de Paloma, Omar Gallardo, denunció que la policía minimizó la desaparición de los chicos en las primeras horas de la búsqueda. Según su relato, los agentes se rieron cuando mencionó la posibilidad de trata de personas y le aseguraron que “seguramente volverían”.
La madre de Paloma, Alicia Pita, también expresó su dolor: “Nos hicieron creer que era una aventura juvenil, pero ellos fueron víctimas de la delincuencia inmunda. Paloma salió con su ropa puesta y una botella de agua, pensando en volver pronto. No llevó documentos, dinero ni ropa extra. No tenía planeado irse de casa.”
La causa sigue abierta y la justicia intenta reconstruir lo sucedido en las horas previas al crimen. Mientras tanto, las familias de Paloma y Josué exigen justicia y piden que no se descarte ninguna hipótesis.