El doble crimen de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra en Florencio Varela empieza a dar las primeras pistas de lo que pudo haberles sucedido a los dos adolescentes cuyos cuerpos fueron encontrados debajo de un puente. En Mediodía Noticias, el cronista Alan Ferraro recorrió “el camino de los transas”, por donde los dos jóvenes quedaron atrapados.
“Estamos en cercanías del último lugar en el que se los ve con vida, que es justamente una cámara de seguridad de una fábrica de baterías, la que capta esa secuencia donde ellos dos están caminando solos, pasa un colectivo y, lo que hacen ellos, es bordear la calle donde termina la colectora de la ruta 36, y en la calle 36, bordeando las vías, llegan a la serpentina para cruzar las vías del Ferrocarril Roca. Ahí hay dos cámaras de seguridad de Trenes Argentinos, y luego toman este camino que, como verán, ya es de tierra, cascotes, basura, te vas a encontrar a lo largo de la recorrida con cables quemados”, empezó relatando el periodista.
Y prosiguió: “¿Y por qué hacemos este recorrido? No solamente porque ellos, eventualmente, lo hicieron el día jueves hacia las 18:13 de la tarde, sino porque, además, sirve para ilustrar el entorno, lo que va a llevar a suponer, en manos de la investigación, distintas hipótesis respecto de lo que podría haber pasado”.
El camino que lleva a la escena del crimen de Paloma y Josué
“Hay que ir caminando con cuidado, ya lo primero que notamos es que el pasto está aplastado, significa que por acá suele circular gente. ¿Qué gente? Por lo menos hablan de dos cartoneros que viven en este predio, de altos pajonales, arbustos, árboles y basura. Pero también hablan de que acá es el camino de los transas. Porque la gente que deja su auto del otro lado de la ruta, viene caminando por ese camino por el que entrábamos nosotros y ahí siguen hasta encontrarse con el transa que le vende la droga, y luego vuelve sobre sus pasos, agarra el auto y se retira”, reveló Ferraro.
“Eso ocurre acá por la altura que toma la vegetación, yo mido 1,83 y, en algunos casos, va a superar mi altura, sobre todo en los sectores con cañaverales. Entonces, nadie te va a ver, mucho menos escuchar y, además, acá de noche es una boca de lobo, donde ocurre de todo, desde la gente que simplemente está en situación de calle, hay quienes trabajan ofreciendo sexo, acá vemos ropa interior tirada y profilácticos. Y estamos yéndonos, haciendo el recorrido que probablemente hicieron Josué y Paloma. Y, cuando terminemos de hacer este recorrido, vamos a llegar a la escena del crimen”, siguió el cronista.