Alejandra vive en José C.Paz y acaba de atravesar una noche de terror cuando, al volver a su casa con su hijo y su perro, se encontró con tres delincuentes muy violentos que los estaban esperando en su interior. Y, en diálogo con Mediodía Noticias, la mujer contó que le pegaron tanto que casi pierde un ojo, pero eso no fue todo: también la manosearon y se llevaron a su perro a cambio de no hacerle daño al nene.
“La violencia con que actuaron tres delincuentes con Alejandra y que, obviamente, queda reflejada en su cuerpo, fundamentalmente en su brazo y en su ojo. Estuvo a riesgo de perderlo por el golpe que recibió por parte de los delincuentes en su propia cara para tratar de calmarla. Alejandra, es una historia realmente difícil para vos porque volviste a tu casa y te encontraste con los delincuentes adentro, ¿qué pasó?”, le preguntó el cronista del noticiero.
“Llego a casa, me encuentro con los tres delincuentes adentro. Obviamente es algo increíble porque nunca pensás llegar a tu casa y que te arrebaten así de la nada y que te golpeen porque vos llegás casi segura a tu casa. De esta forma, ya se perdió toda la seguridad porque entran a la casa como si fuera propia de ellos. Y hoy me lamento no haber escuchado a mi hijo que, cuando llegamos hasta la parte de abajo de la escalera, me dice ‘mamá, siento ruidos en el baño de abajo’, y yo le digo ‘no, quedate tranquilo hijo, el perro está tranquilo’”, empezó relatando la mujer.
Y prosiguió: “Me dice ‘mamá, pará’, y no llegamos ni a ser así que vinieron dos corriendo, lo agarraron con una tijera de podar, se la pusieron en el cuello y un cúter de la caja de herramientas se lo pusieron en la panza, y él me empieza a gritar ‘¡mamá corré, corré!’. Y, cuando yo atino a correr para el lado del portón, había una pala sobre la pared y uno de los delincuentes viene con la pala y me da con el mango a la altura del ojo”.
Alejandra fue asaltada 10 veces en un año
“Yo me caigo contra el portón y empiezo a gritar igual, viene y me toma del cuello, me tapa la boca, es ahí cuando yo lo muerdo y él me dice ‘dejá de gritar, puta de mierda’, y me empezó a tocar y me dice ‘así gritan las putas, gritá ahora’ y, como yo seguía gritando y no lo soltaba de morder en el mismo momento, me pegó una terrible piña acá y ahí perdí el conocimiento”, siguió con su terrible relato Alejandra.
Y agregó: “Me entraron 10 veces a mi casa en un año, pero esta fue la peor. Creo que los delincuentes estuvieron esperando a que yo regresara”, para luego contar que se llevaron a Diosito, un perro de raza Yorkshire de 8 años que era una de las mascotas de la familia.
