Un joven de 17 años que mató a otro de 15 provocó la reacción del padre, quien fue hasta la escuela donde se suponía que el asesino asistía a clases para vengarse por mano propia. La increíble situación de violencia tuvo lugar en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en Zona Oeste, y no terminó en una tragedia mayor gracias a la intervención de la Policía, tal como se pudo ver en Mediodía Noticias.
“Es un caso que tiene varias aristas. Por un lado, tiene a un chico de 15 años que fue asesinado por una patota a puñaladas, a un padre desesperado y, por otro lado, una escuela pública. Miren lo que pasó en las últimas horas con este hombre, el padre de Agustín Di Prinzio, un chico de 15 años que fue asesinado a puñaladas el pasado 30 de enero en las calles Girardot y Manzanares por una patota, hubo una discusión en la calle, lo asesinaron de una apuñalada en el pecho”, empezó contando Ignacio González Prieto.
Y prosiguió: “Agustín era muy querido en el barrio, jugaba en una sociedad de fomento de Virrey del Pino muy conocida, era jugador de fútbol. Lo despidieron haciéndole un homenaje tremendo. Y, a partir de ahí, toda la investigación. Y, por supuesto, la desesperación de este papá, que se entera que uno de los posibles asesinos de su hijo estaba cursando dentro de esta escuela, que es la Escuela de Educación Media, una escuela secundaria, la número 15, en el kilómetro 40, cerca de la ruta 3″.
La violenta reacción del padre del joven asesinado
“Y el padre fue acompañado por un grupo de amigos y de familiares, llegó a la escuela, dijo que quería ver a esa persona, a ese chico, que le habían marcado mucha gente de la zona con que era uno de los integrantes de la patota que había matado aquella noche a su hijo. Y, como nadie le daba respuesta, decidió entrar a la escuela”, siguió con su relato el periodista.
“Las autoridades llamaron a la Policía, llegó un móvil de la Seccional 2ª y alguien tiró un líquido inflamable sobre la patrulla y le prendió fuego. Una situación de descontrol total, una mujer policía alcanzó a bajar de la patrulla, los vecinos no entendían qué pasaba, se enteraron de lo que había ocurrido, llegó la Guardia Urbana, llegaron otros patrulleros en asistencia, lo contuvieron a este hombre, trataron de sacar a los amigos y familiares que estaban en la zona”, agregó González Prieto.

“Pero la situación es grave y muchos creen que este tipo de circunstancia con este papá desesperado que está buscando justicia se puede repetir en algún momento”, cerró.