En Mediodía Noticias dieron a conocer las imágenes de un caso de abuso policial ocurrido en Entre Ríos. Las cámaras de seguridad de una casa detectaron el momento en el cual un joven está sacando ramas a la vereda y pasa un patrullero con tres oficiales que terminan agrediendo y deteniendo al hombre sin razón.
Marcelo estaba sacando ramas de su casa y, justo cuando pasaba un patrullero por la puerta, le pregunta a su hermana: “¿Qué pasa?”. Al escucharlo, los oficiales creyeron que le hablaba a ellos y se frenaron de manera intempestiva para increparlo. Incluso lo amenazaron martillando la escopeta, listos para disparar.
Si bien en un primer momento deciden regresar al patrullero para irse, vuelven a escuchar algo que los hace regresar, esta vez de manera más violenta. En las imágenes se ve como lo toman del cuello, lo tiran al piso e incluso le lastiman la rodilla. Además, agreden a su hermana que intenta frenarlos.

La palabra de Marcelo, la víctima de abuso policial
Horas después de ser liberado de la comisaría en la cual estuvo tras ser detenido por los tres policías que lo agredieron en la puerta de su casa, Marcelo habló con Mediodía Noticias. “Estaba hablando con mi hermana y le pregunto: ‘¿qué pasa?’. Y no sé si ellos lo tomaron mal y se volvieron”, empezó diciendo.
“Yo no le di bola. Me volví a buscar las ramas. Y cuando salí ya me estaban agrediendo, me decían que qué pasaba, que por qué lo bardeaba, que era un cagón. Cuando yo veo que se suben, yo sigo haciendo mi trabajo nomás. Manoteo las ramas y las voy a tirar”, siguió contando el joven.

“Cuando las tiro y me doy vuelta para querer buscar más ramas para seguir haciendo mi trabajo, viene el oficial de atrás y me agarra del cuello. Y me lesionó la rodilla. No tengo antecedentes, por eso nunca pensé que me agredieran así. Y como me tomaron de espalda, mucho menos”, afirmó.
Por último, Marcelo aseguró que le dio mucha impotencia no haber podido ayudar a su hermana quien intentó en todo momento que los oficiales suelten al joven. A raíz de su defensa, terminó con marcas en las manos y lastimada en el rostro ya que le habían rociado gas pimienta.