Julieta Silva se hizo conocida en el año 2017 luego de haber salido en los medios nacionales e internacionales por atropellar a su novio, Genaro Fortunato. En Mediodía Noticias, Ignacio González Prieto trajo el caso a la luz por un nuevo episodio de violencia vinculado a la mujer.
“En 2017, ella salió del bar con su entonces novio, comenzaron a discutir, se subió al auto sin ponerse los lentes, aceleró, giró en U y atropelló a su pareja. Los dos estaban alcoholizados. Él murió por las lesiones en el cráneo. Lo pisó y lo pasó por arriba”, recordó el periodista.
La mujer fue entonces condenada a tres años y nueve meses de prisión por homicidio culposo agravado y quedó inhabilitada para conducir por ocho años. En 2019 se confirmó el fallo y en 2020 recuperó la libertad. Dos años después, Julieta formó una nueva pareja, se casó y hoy tiene una hija de dos años.

El desesperado llamado del marido de Julieta Silva a la policía
Silva fue noticia en las últimas horas por un llamado desesperado al 911 de su marido el día 12 de julio. “El hombre estaba encerrado en el baño. Dijo que su esposa lo amenazó, lo golpeó y que estaba escondido, que necesitaba presencia policial y que su mujer lo quería matar. La policía encontró a una víctima con lesiones compatibles con las de ataque. Su cuerpo tenía signos de lastimaduras y demostraba haberse defendido”, informó González Prieto.
“A ella la detuvieron y tiene prohibición de acercamiento, está acusada de lesiones graves agravadas por el vínculo y tiene prisión domiciliaria con tobillera electrónica”, agregó, y comentó que la hija está con ella porque las agresiones fueron dirigidas únicamente a su pareja.

El periodista puso especial foco en lo que los peritos habían dicho de Silva cuando ocurrió la muerte de su novio: “Dicen que tiene personalidad madura, escasa capacidad de autocrítica y empatía, tiende a la exageración y tiene una búsqueda de atención permanente. Tiene impulsividad y es hostil. Tiene irritabildiad, es inestable en sus relaciones familiares y de pareja y presenta signos de ser antisocial, egocéntrica y narcisista”.
Por otro lado, González Prieto señaló qué dice el entorno del marido: “Ella lo cagaba a trompadas seguido, tenía los ojos morados y no lo dejaba salir de la casa. Las discusiones eran permanentes y ella era muy violenta”.