Tras el accidente cerebrovascular (ACV) que sufrió la boxeadora Alejandra “La Locomotora” Oliveras, los médicos evalúan las posibles secuelas que podrían quedar como consecuencia del episodio neurológico. En diálogo con Mujeres argentinas, el Dr. Fernando Cichero explicó el panorama clínico al que podría enfrentarse la deportista, cuya situación actual es crítica.
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“La biología le pasó una mala jugada. Si tiene mucha fuerza de voluntad, que la debe tener, ojalá primero salga del evento agudo”, expresó el especialista, al tiempo que advirtió que en caso de sobrevivir, “lamentablemente la experiencia demuestra que va a quedar muy secuelada”.
“¿Qué significa quedar ‘muy secuelada’?”, consultó María Belén Ludueña. Cichero detalló que, por la localización del ACV, es probable que Oliveras tenga serias dificultades motrices y del habla: “No creo que vuelva a hacer una vida normal como hacía. No va a poder deambular sin dificultad, el miembro superior no lo va a poder mover como corresponde y además va a quedar lo que se llama afasia”.
¿Qué es la afasia, la secuela que podría tener la Locomotora Oliveras?
La afasia es un trastorno del lenguaje que ocurre cuando una persona pierde, total o parcialmente, la capacidad de hablar, comprender, leer o escribir, debido a una lesión en el cerebro, generalmente provocada por un accidente cerebrovascular (ACV).
Este trastorno puede manifestarse de dos formas principales:
- Afasia de expresión, cuando la persona entiende lo que le dicen, pero no puede hablar.
- Afasia de comprensión, cuando no comprende las preguntas ni puede expresarse.
En casos como el de Oliveras, según explicó Cichero, es habitual que además se produzca hemiplejía: “Es muy común que los pacientes queden con la mitad del cuerpo paralizado y con mucha dificultad para el habla”.
A pesar de estas complicaciones, el médico aclaró que la parte del cerebro que regula las emociones y sentimientos, el lóbulo frontal, no estaría comprometida: “La parte cognitiva no se va a alterar, la parte emotiva tampoco. Pero sí la sensorial y sensitiva”.
El especialista explicó que el tipo de ACV que sufrió la boxeadora no es poco común, sino todo lo contrario: “No es que tuvo algo raro o extraordinario. Lamentablemente, es el más común de los ACV. Afecta la arteria principal que irriga la mayor parte del cerebro”.
