Aníbal Lotocki continúa detenido en un penal de máxima seguridad y su mujer, María José Favarón, sigue con las visitas frecuentes a su pareja. En Mujeres argentinas, relató cómo cambió su vida desde que el cirujano está tras las rejas.
“Vine acá porque quiero contar una situación. Ayer se cumplió un año desde que convivo con una menor, estoy cuidando a una menor, que es la hija de Aníbal. Ayer ella me dijo ‘quiero que celebremos la supervivencia’, porque se cumplió juso un año desde que vive conmigo”, señaló Favarón.
Y reveló detalles de cómo se dieron las cosas: “Todo arrancó cuando el colegio denuncia a la madre de la nena. Quiero aclarar esto: yo no la denuncié, fue la institución. Las autoridades activaron el protocolo porque la nena apareció con marcas en las piernas, con moretones”.
Tras dejar en claro que la niña tiene solo 12 años y que es hija de una relación anterior de Lotocki, María José sumó: “El 8 de octubre del año pasado, después del mediodía, me llamaron del Hospital Ramos Mejía para decirme que estaban con la menor y con la directora de la escuela. La nena pedía que yo me presente. Obviamente la conozco y tengo un vínculo afectivo con ella, porque los fines de semana convivía con nosotros e incluso nos hemos ido de viaje. Yo ya tenía un vínculo con la nena”.
“Desde ese día ella pasó a estar a cargo mío, porque sino tenía que quedarse en el hospital. Todo esto se dio en medio de una situación en donde yo ni sabía qué hacer con mis cosas. No sabía cómo iba a hacerme cargo de la nena, pero dije que sí. Ni sabía cómo iba a hacer porque yo vivía en Pilar y el colegio está en Capital. Pese a todo, acepté”, explicó sobre cómo llegó la hija de Aníbal Lotocki a estar bajo su cuidado.

“El caso se judicializó, se extendió la medida… Esto no fue por pedido mío, sino porque la escuchan a la nena. Dijo que ahora se siente cuidada y empezó a relatar situaciones que vivió antes relacionadas a la violencia intrafamiliar”, blanqueó Favarón.
A modo de cierre, María José reflexionó sobre esta nueva etapa en su vida: “Yo no tengo hijos, no soy madre, no sé cómo se hace todo esto, pero me llaman del colegio para decirme que lo estoy haciendo bien, para felicitarme, porque notan el cambio activo en la nena”.