Tras una intensa búsqueda de cuatro días, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de Joaquín Sperani en una casa abandonada en la ciudad de Laboulaye. Aunque su mejor amigo, Leandro, confesó ser el autor material del crimen, aún persisten interrogantes sobre las circunstancias precisas del hecho y si actuó solo o contó con la complicidad de otras personas.
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La autopsia reveló que Joaquín fue víctima de un brutal asesinato a sangre fría, provocado por más de 10 golpes en la cabeza que le ocasionaron un traumatismo craneal. Mientras tanto, Leandro, quien tiene 13 años y es un año menor que la víctima, fue recluido en un centro penal juvenil para someterlo a estudios psicosociales, ambientales y de diagnóstico. Debido a su edad, Leandro es considerado inimputable según el Régimen Penal de Menores, que establece la inimputabilidad hasta los 16 años.
La pregunta que ahora surge en este caso es si Leandro actuó solo o si hay otros implicados en este macabro asesinato. Mariela Flores, madre de Joaquín, aseguró que cree que hay más personas involucradas en el crimen.
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“Presiento que hay algo más, presiento que no fue solamente Leandro, debe haber más implicados. Quiero que se investigue”, declaró a la prensa.
La búsqueda incansable de Joaquín
La desaparición de Joaquín Sperani fue un misterio que comenzó el jueves 29, cuando no se presentó a la escuela. La preceptora confirmó su ausencia, y el hecho se volvió más confuso cuando se descubrió que su bicicleta estaba en el patio escolar. Sin embargo, sus compañeros no pudieron confirmar si lo habían visto ese día. Ante la ausencia de Joaquín y la falta de comunicación con su madre, esta realizó una denuncia esa misma noche.
El sábado 1 de julio, familiares y amigos organizaron una marcha en busca de Joaquín, recorriendo las calles de la ciudad. Lo que nunca imaginaron fue el trágico desenlace que les esperaba: el descubrimiento del cuerpo sin vida del joven en una casa abandonada.
Juan López, uno de los hombres que encontró el cuerpo, describió el escalofriante momento en el que hallaron a Joaquín. López, amigo de la madre de la víctima, relató que, durante la mañana del domingo, los familiares y allegados de Joaquín obtuvieron permiso de la policía para realizar búsquedas en la zona. “Nos dijeron que los llamáramos si encontrábamos algo inusual, y comenzamos a caminar”, dijo.
A pesar de que la policía permaneció en el patrullero, el grupo ingresó a una casa abandonada a unos 100 metros de donde ya se había rastrillado previamente. Allí se encontraron con una escena aterradora: el cuerpo de Joaquín con una lesión en la cabeza, rodeado de escombros y cascotes.
La investigación sobre este caso se encuentra en una etapa inicial, y queda mucho por determinar. Se espera que la familia del sospechoso se pronuncie sobre el asunto para conocer con exactitud lo que sucedió.
Mentiras, dudas y un joven en estado de shock
Desde el inicio de la búsqueda, las sospechas se centraron en Leandro debido a las imágenes captadas por las cámaras de seguridad aportadas por los vecinos. Estas imágenes mostraban a Leandro junto a Joaquín minutos antes de la desaparición. Además, se descubrió que Leandro tenía el teléfono celular de Joaquín y no pudo explicar por qué lo tenía en su posesión.
El joven incluso proporcionó información falsa durante la investigación, alegando que su amigo se había ido con otra familia. Personas cercanas a Leandro afirmaron que se mantiene en silencio y parece estar en estado de shock. Esta situación llevó a los investigadores a especular que puede estar amenazado por otros individuos, lo que podría haberlo llevado a proporcionar datos falsos sobre el hecho.
