Kimba, la perra Golden Retriever que se hizo famosa al entrar a la casa de Gran Hermano en 2011 y terminó enamorando a todos, tuvo una vida más allá del reality.
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Fue la producción del programa que decidió llevar una brisa de aire fresco a los participantes con la incorporación del can, tras la escandalosa reincorporación de Cristian U, Emiliano Boscatto, Chizzo y Rocío Gancedo.
Sin embargo, en un primer momento el animal no la pasó bien, asustado por la excitación de los integrantes de la casa, hasta que eligió a uno de ellos para pasar el encierro de la manera menos traumática posible.
El elegido fue el cordobés Boscatto, a quien le cambió la vida la aparición de Kimba. Incluso llegó a pedir que le permitieran adoptarla en su paso por el confesionario del ciclo, por lo que, al finalizar su participación, regresó a su Córdoba Capital natal con la perra, la cual fue feliz hasta su muerte en 2022 a los 12 años por una enfermedad.
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En diálogo con TN, Emiliano reveló que Kimba está enterrada en un cementerio de animales, adonde él le lleva flores cada vez que regresa de España, donde trabaja como actor de películas porno.
“Una vez que terminó el reality, la producción nos llevó a Córdoba. Yo la amaba, pero la verdad es que aún no tenía dónde vivir y viajaba todo el tiempo, así que se quedó en la casa de mi mamá, que la cuidó mejor que nadie. Cuando se puso viejita mi hermana se la llevó porque requería mucha más atención”, explicó el exparticipante.
Y agregó: “Yo nunca me había encariñado con ninguna mascota, pero ella fue un caso especial. Hubo una conexión desde el primer día. Fue mi gran compañera en Gran Hermano. Sobre todo al final, que yo quedé solo contra toda la banda contraria. Me humanizó mucho”.
