Increíble pero real, muy pronto los celulares van a agregar una funcionalidad más a toda la gama de usos que ya tienen. Si los smartphones ya reemplazaron a los relojes, linternas, anotadores, agendas, diarios y revistas de papel, equipos de música, radios, cartas y postales, mapas impresos, idas al banco, cámaras de fotos y video, ficheros y archivos metálicos, álbumes de fotos, televisores, planillas de cálculo, juegos de mesa, escáneres, trámites en oficinas públicas, agencias de turismo y muchas cosas más, ahora llega una nueva dimensión.
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Es que Xiaomi, una empresa china que fabrica celulares, acaba de obtener una patente para desarrollar una aplicación de detección de mentiras. El lanzamiento de esta herramienta mandaría al museo a los polígrafos, esos artefactos enormes munidos de cables colocados en la cabeza como se veían en las películas para saber si alguien estaba diciendo la verdad o no.
Porque ahora, el celular, cada vez más imprescindible, permitiría reconocer cuando una persona miente solo enfocándola con la cámara del teléfono.
Cómo funciona la aplicación
La patente que obtuvo Xiaomi tendría como objetivo conservar los derechos exclusivos sobre su invención y comercialización. En los detalles del funcionamiento de la herramienta, la empresa asiática adelantó que el tamaño de las pupilas permite descubrir si alguien está mintiendo. Su movimiento delataría lo que está diciendo.
Por ahora, no existe ningún equipo electrónico que posea esta novedosa tecnología, pero el fabricante chino piensa usar el zoom de la cámara del celular para enfocar automáticamente el rostro de una persona y detectar cualquier movimiento, principalmente de los ojos. Un programa analizaría a continuación el conjunto de las imágenes y, mediante un algoritmo, lograría verificar si las señales físicas indican que está mintiendo.
Todavía no se conoce el uso que se le daría a esta tecnología, si sería destinada para la policía, puesto que China es un país con mucho control estatal, o tal vez para uso médico o para detectar patrones de conducta en los consumidores. El universo que se abre es muy grande e inquietante.
