Un joven estadounidense se reencontró con su celular funcionando 33 días después de haberlo perdido en el mar y que el aparato permaneciera más de un mes en el fondo del océano.
En general, cuando un teléfono se cae al agua, lo más probable es que deje de funcionar, por eso causó tanto impacto la historia de Zach Siggelkow, quien perdió su smartphone en un viaje a Hawái por vacaciones (oeste de Estados Unidos).
Durante su estadía en las islas, el joven decidió salir a navegar en kayak y grabar un video sentado en la embarcación. Pero un descuido hizo que el bote se tambaleara y que el joven perdiera el equilibrio, con el resultado de que su móvil terminó en el agua.
Como era su último día en el lugar, el joven dio por perdido su teléfono, por lo que regresó a su ciudad de origen, en el Estado de Minnesota (norte del país).
“Estaba grabando algunos de los aviones que se acercaban, ya sabes, aviones de la Fuerza Aérea que se acercaban por la parte superior. Entonces, vi una ola más grande venir y dije ‘¡Allá vamos!’. Pero claro, entre el remo y la ola, el teléfono se me cayó de la mano”, contó Zach, en una entrevista.
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Hallan el teléfono en el fondo del mar
Grande fue su sorpresa al enterarse que un habitante local, Karl Brookins, lo encontró más de un mes después mientras practicaba buceo. “El fondo es bastante uniforme y arenoso, con algunas rocas. Por ello, el teléfono destacó tanto”, contó el jubilado.
Y prosiguió: “No esperaba que volviera a funcionar porque empezaba a tener demasiada costra. Sin embargo, después de guardarlo en una bolsa con sal y arroz para eliminar, lo cargué y lo encendí”, sorprendiéndose por el resultado.
El aparato era un iPhone 14 que, de acuerdo con el fabricante, puede sumergirse hasta seis metros de profundidad durante 30 minutos. Finalmente, Brookins pudo hallar a Siggelkow y devolverle su equipo en buenas condiciones. “Le envié un cheque con unos cuantos dólares extra, además de los gastos de envío. Así que espero que lo reciba pronto”, finalizó el joven.
