Germán Cipulli, un reconocido ginecólogo rosarino de 55 años falleció trágicamente este domingo al caer por el hueco del ascensor tras querer ayudar a una vecina que había quedado atrapada.
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El médico, que había sido presidente de la Asociación Rosarina de Mastología y además daba clases en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, se precipitó desde el segundo piso de su edificio hasta el tercer subsuelo a eso de las 16:30 hs. El luctuoso hecho ocurrió en la zona de Ciudad Ribera, Puerto Norte.
De acuerdo con fuentes policiales, en el intento de querer rescatar a la vecina atrapada en el ascensor, Cipulli quiso forzar la puerta para liberarla, pero terminó cayendo por el hueco.
En el lugar se presentaron bomberos, policías y ambulancias, que nada pudieron hacer porque la muerte del médico fue a raíz del impacto contra el suelo. Por eso, la investigación quedó a cargo de la fiscal Mariela Oliva, quien pidió, como primera medida, que se averigue en qué condiciones se encontraba el ascensor del edificio, el cual estaba habilitado por la Municipalidad y contaba con su respectivo mantenimiento reglamentario.
En el mismo complejo de edificios ya se habían dado situaciones graves en el pasado. En abril de 2013 murió una joven de 21 años por el estallido de una garrafa. Y, en octubre de ese mismo año, un ascensor se desplomó desde el sexto piso y tres personas resultaron heridas.
Quién era Germán Cipulli
La víctima era un médico ginecológico muy reconocido en la ciudad de Rosario, tenía dos hijas y trabajaba en un consultorio privado en la calle Italia al 400, así como en el Sanatorio Centro.
“Hay una gran conmoción en la comunidad médica de Rosario, porque Germán era una persona muy querida, más allá de lo reconocido por su profesión, también era muy buen tipo”, expresó con dolor Dardo Dorato, colega de Cipulli y actual secretario general de la Asociación Médica de Rosario.
Y agregó, en diálogo con Cadena 3: “Fui su jefe de residente, cuando cursaba y compartimos horas de residencia y de café, y ahí nos hicimos amigos. Era muy buena persona. Cuando me enteré de la noticia, me tocó la tarea de comunicarlo en la comunidad médica y todo el mundo estuvo consternado y con profunda tristeza. Es algo antinatural en esta etapa de la vida y nos deja con una gran angustia”.
