Una empleada de un call center murió de un infarto mientras estaba trabajando y sus compañeros de oficina siguieron atendiendo llamados al lado del cuerpo de la mujer durante más de dos horas.
La escandalosa situación ocurrió en Madrid, España, en una de las oficinas de la empresa de call centers Konecta, donde a eso de las 12:30 hs, Inma, una empleada de 57 años, tuvo un paro cardiorrespiratorio en medio de la jornada laboral. Si bien los médicos de emergencias llegaron muy rápido, no fueron capaces de reanimarla.
De acuerdo con lo revelado por varios empleados y delegados sindicales en diálogo con el diario El País, los compañeros que estaban sentados al lado de Inma se levantaron tras lo sucedido. Pero en la oficina, hubo otros que ni siquiera alzaron la vista y siguieron atendiendo llamados como si nada.
Además, un empleado que se mostró indignado por la situación pidió a sus superiores que le permitieran regresar a su casa, pero éstos se negaron al sostener que se trataba de “un servicio esencial”.
Luego de más de una hora y media trabajando con el cadáver en la misma oficina, un responsable de Konecta dio la orden a todos que se fueran a sus domicilios. Pero una hora más tarde, todavía había cuatro empleados que seguían en sus puestos de trabajo, según Miguel Ángel Salinas, delegado de la Confederación General del Trabajo (CGT) a cargo de la prevención de riesgos profesionales. Y, mientras tanto, el cadáver de Inma seguía allí, tapado con una sábana. “Termino con esto y me voy”, le habría dicho el trabajador a Salinas.
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La empresa se defiende
Tras el escándalo desatado en España, la empresa se defendió sosteniendo que “nadie fue obligado a trabajar al lado del cadáver”. Si hubo empleados que confirmaron la versión de Konecta, la CGT sostuvo que los trabajadores se quedaron “por inercia, acostumbrados a un sistema de trabajo automatizado y deshumanizante en la que, la opción instintiva, consiste en atender los llamados entrantes”.
Tras el incidente, los empleados fueron autorizados a trabajar de manera remota, mientras que los que estaban sentados al lado de la mujer fallecida “son atendidos y cuidados”, según la compañía.
