Un joven belga de 20 años murió tras comer unos fideos recalentados que habían sido cocinados cinco días antes. El muchacho, que era estudiante, tenía la costumbre de cocinarse las comidas de la semana los días domingo, y luego guardarlas en recipientes hasta el momento de comerlas.
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De esta manera fue que el joven se recalentó una porción de fideos con salsa de tomate que había preparado cinco días antes, aunque no había tenido la precaución de conservarlos en la heladera.
Al comer la pasta, el muchacho sintió un gusto extraño, pero enseguida lo atribuyó a la salsa que tenía el plato, ya que había comprado una marca nueva, y siguió comiendo sin preocuparse por el sabor.
Luego de almorzar se fue a practicar ejercicio, pero media hora más tarde empezó a sentir fuertes dolores abdominales, a tener náuseas y dolor de cabeza.
En cuanto regresó a su casa, los dolores se transformaron en vómitos y diarrea y, en lugar de llamar a un médico de emergencias o ir a una guardia, prefirió tomar un vaso de agua y acostarse a dormir.
La causa de la muerte del joven
Sin embargo, a la mañana siguiente, sus padres se preocuparon al ver que no se levantaba para ir a la facultad. A eso de las 11 de la mañana lo fueron a despertar y fue ahí que lo encontraron muerto en su habitación.
La autopsia que se le practicó al cuerpo del joven reveló que había fallecido a las 4 de la madrugada y que la causa de muerte había sido una necrosis hepática, con posibles signos de pancreatitis aguda.
Los estudios complementarios revelaron la presencia de la bacteria Bacillus cereus, responsable del “síndrome del arroz frito”, una intoxicación bastante común causada por dejar esta clase de comidas a temperatura ambiente durante varias horas, lo que se comprobó al analizar la muestra de los fideos en el laboratorio.
