El pasado domingo, Graciela, madre de Fernando Báez Sosa, cumplió años, a pesar de la celebración, el dolor por el asesinato de su hijo sigue presente y así lo señaló a través de sus redes sociales.
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En su cuenta de Instagram, aseguró: “He sido muy feliz en mi vida pasada. Con la partida de mi hijo se fueron con él todas mis alegrías. Hoy no pude escucharte diciéndome ´feliz cumple, mami´ y un te quiero con un abrazo. Solo hay tristeza en mi corazón”.
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Y, luego, agregó: “No hubo torta ni vela que apagar, ni nada que brindar. Todo es difícil sin su presencia. Hoy solo fui a visitar su tumba. Regresé a mi casa y recordé en silencio todos los momentos felices pasados con mi hijo”.
Además, también agradeció el apoyo de la gente: “Gracias a todos por el saludo. Lucho como puedo y sigo adelante. No es fácil seguir con tanta infelicidad, pero se aprende de a poco. Ya nada será igual, perdí lo mejor de mi vida”.
Cinco meses después de haber sido condenados, los ocho rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa se encuentran en el pabellón 6 del Área de Admisión de la Alcaidía III de Melchor Romero.
Los familiares de los condenados los visitan semanalmente, pese a que tienen 2 horas y media de viaje. Cada uno de los jóvenes tiene habilitadas las visitas de hasta cuatro familiares: se solicitó la incorporación de una joven, supuestamente pareja de uno de ellos, aunque se indica que solo uno mantiene una relación.
