Margaret McCollum es una británica que vive en Londres y que perdió a su esposo, Oswald Laurence hace 16 años. Y que, desde entonces, realiza un particular ritual para sentirlo cerca: viajar cada día en el “tube”, el subte londinense para escuchar la voz de su marido difunto.
Es que, en 1953, Oswald grabó un mensaje para la red de subterráneos de Londres y que, 70 años más tarde, se sigue escuchando en todas las estaciones cada vez que se acerca una formación al andén.
El esposo de Margaret está presente permanentemente al informar a los pasajeros la distancia que existe entre cada vagón y la plataforma, para evitar que tropiecen y se caigan entre el andén y el subte. “Mind the gap”, dice a todos los que viajan en el subte, que se traduce como “Cuidado con la rendija”.
Pero la mujer aprovecha esa increíble voz, anónima para todos menos para ella, para hacer su reencuentro con el amor de su vida.
“Desde que murió me sentaba y esperaba el próximo tren hasta escuchar su voz”, contó Margaret, en diálogo con la BBC.
La mujer agregó que conoció a su futuro marido en un viaje a Marruecos y, desde entonces ambos fueron inseparables hasta su muerte, en 2007.
La voz de su esposo fue reemplazada
Tras cinco años realizando su rutina, en 2012 Margaret descubrió un día que habían reemplazado la voz de su esposo por una grabación digital. “Me quedé atónita cuando descubrí que Oswald ya no estaba”, reveló la mujer.
“Nos conmovió mucho su historia, así que el personal localizó la grabación”, contó Nigel Holness, el director de la oficina de subtes en ese momento y, desde entonces, es Oswald el que avisa a todos que tengan cuidado al subir.
