“Dime cómo pelas la naranja y te diré cuánto vas a durar con tu pareja”, podría ser un título alternativo de esta nota, que describe la teoría que se puso de moda recientemente en las redes y que sostiene que nuestro vínculo con esta fruta sirve como predictor del futuro de las relaciones interpersonales.
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Parece absurdo a primera vista, pero quienes creen en la “Orange peel theory” (Teoría sobre la peladura de la naranja), saben que las personas también se definen en su forma de ser de acuerdo a cómo pelan esta fruta.
En TikTok, cada video que hace alusión a esta sorprendente teoría genera más de un millón de visualizaciones, y el tema se volvió viral desde hace un tiempo.
De acuerdo con esta teoría, se puede medir el amor que una persona siente por los demás en la manera en que se dedica a pelar la naranja. En ese sentido, el experimento es muy sencillo, como casi todo lo que se pone de moda en las redes: tenés que de pedirle a alguien que valorás y querés que se tome el trabajo de pelarte una naranja.
Si te quiere de verdad, no va a tener problema en cumplir con tu pedido. En cambio, si no lo hace, te conviene empezar a preguntarte cuánto te puede llegar a querer esa persona en realidad. Esta es la esencia de la “Orange peel theory”, que miles de internautas están poniendo a prueba en estos momentos y que, como si se tratara de una profecía autocumplida, ya se cobró por el camino varias relaciones de pareja y matrimonios.
Un predictor de las relaciones de pareja
Es que, para muchos seguidores, este simple gesto permite saber cómo reaccionará tu media naranja (valga la redundancia) el día que necesites ayuda, más no sea con un pequeño gesto o favor.
De acuerdo con una influencer que defiende esta teoría frutal, “la idea subyacente es que alguien que te quiere estará dispuesta a hacerte el más mínimo favor, incluso cosas que podés hacer por vos mismo. Si no te gusta pelar la naranja, pero te gusta la fruta, alguien más lo puede hacer por vos sin juzgarte”.
Lo que todavía nadie se preguntó es por qué hay que probar los vínculos de pareja con una naranja y no con otra fruta como, por ejemplo, una banana. En definitiva, no se consiguen naranjas en todo el mundo, y en algunos países son importadas y muy caras.
