Curt, un joven británico, decidió pedir comida por delivery para recibir a sus amigos en su casa. Para ello, utilizó la aplicación “Just Eat”, para lo cual tuvo que pagar 70 libras (equivalente a 88 mil pesos, al tipo de cambio blue) por su pedido. Pero, tras más de dos horas sin tener noticias del repartidor, decidió salir a buscarlo, y grande fue su sorpresa cuando lo encontró.
El joven rastreó en el mapa de la app dónde se encontraba el delivery, que no se movía del mismo lugar desde hacía bastante rato.
Junto con sus amigos, fueron hasta el lugar donde estaba el repartidor, que era una plaza, y allí lo vieron comiéndose el pedido con otra persona, ambos sentados en bancos del espacio público.
En la cuenta de X (antes Twitter) @Curt_CPFC, el joven compartió una foto del repartidor, en la que se puede ver que intenta taparse la cara con su abrigo para que nadie lo reconozca.
El delivery fue descubierto
“Nuestro delivery se come 70 libras en comida, el tipo incluso intenta esconderse de la cámara una vez que lo atrapan en el acto”, escribió el cliente en su tuit.
Y luego, los usuarios le preguntaron si alguien de la empresa lo había contactado, lo que él contestó por la negativa: “Nada todavía, amigo, es irreal ¿No?”, escribió.
Sin embargo, a los pocos días la compañía se puso en contacto con Craig: “Hola, muchas gracias por comunicarte y hacernos conscientes. La mayoría de los repartidores son empleados directamente de restaurantes independientes... Mantenemos todos los estándares y esperamos que todos los conductores actúen de manera responsable y respetuosa en todo momento”, le dijeron, y le propusieron al joven contactarse por mensaje privado para conocer los detalles de lo sucedido.
