Un nene de apenas 10 años vivió una pesadilla luego de tomar un licuado de frutilla granizado con hielo. Albie Green, quien se encontraba jugando al bowling con un amigo, se desmayó en el auto mientras regresaba a casa con su madre, Beth, quien lo encontró pálido, agitado y con alucinaciones.
El dramático hecho ocurrió en la localidad de Nuneaton, en el condado de Warwickshire (centro del Reino Unido), donde Beth Green, mamá de Albie, narró la “pesadilla” que le tocó vivir al ver cómo su pequeño hijo perdía el conocimiento y se desplomaba tras ingerir la bebida helada.
En diálogo con el diario “The Daily Mail”, la mujer explicó lo que pasó antes de ver que su hijo quedaba inconsciente. De acuerdo con Beth, el nene había jugado al bowling con un amigo y ambos tomaron un licuado de frutilla granizado con hielo. Pero, tras un par de sorbos, Albie se desmayó.
“Fue un viernes después de la escuela, llevamos a Albie y a su amigo a un bowling. Ya había tomado un granizado allí antes, Albie solía tomar granizados con frecuencia cuando hacía buen tiempo, pero no era algo constante, solo era un pequeño capricho para él”, empezó contando la mujer.
Tras tomar el licuado, Green notó que el niño parecía estar “cansado y agitado”.
“Después del licuado estaba feliz y emocionado. Alrededor de las 4:15 de la tarde empezó a ponerse así y ya no quería jugar. Pensamos que estaba cansado y que era por haber tenido una larga semana en la escuela”, prosiguió su mamá.
“Cuando subió al auto, seguía diciendo que estaba cansado. Físicamente no podía mantenerse despierto, su cabeza seguía cayendo”, añadió, y reveló que todo se volvió terrible cuando el nene empezó a “alucinar y arañarse la cara”, por lo que lo llevó rápidamente al hospital.
“Fue una experiencia realmente extraña. Seguía gritando ‘no’ y ‘déjenme en paz’ en su sillita del auto. Gritaba y luego volvía a estar flojo. Pensé ‘tal vez tenga un virus y esté agitado’, pero comenzó a arañarse y no podía mantenerse despierto”, recordó Green.
La causa del desmayo del nene tras tomar un licuado
Una vez en el Hospital Infantil de Birmingham, los médicos detectaron que los niveles de azúcar en sangre habían caído a niveles peligrosamente bajos. “Lo llevaron a la sala de reanimación porque no estaba respirando por sí mismo. No sabíamos qué estaba pasando”, añadió y contó que temió por la vida de su hijo.
Finalmente, tras tres días internado, Albie se recuperó y los médicos encontraron la causa de su extraño comportamiento: una intolerancia al glicerol tras tomar el licuado, lo que puede provocar shock, hipoglucemia, pérdida del conocimiento y desmayos en niños pequeños.
Este caso pone de relieve la importancia de conocer las posibles reacciones alérgicas o intolerancias que pueden sufrir los niños al consumir ciertos alimentos. Es fundamental leer las etiquetas de los productos y consultar con un médico ante cualquier duda.
