No solo en la Argentina el aumento de los precios y, en particular, del de los combustibles, genera honda preocupación. En países mucho más estables que el nuestro también la gente tiene que ver cómo hace para enfrentar una inflación creciente y llegar a fin de mes.
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En Japón, en particular, acaban de crear un medio de transporte que puede ayudar a ahorrar en nafta: se trata de la “cacacicleta”, una moto impulsada por excrementos, un combustible que es gratuito e infinito.
Quien lanzó un prototipo experimental es el fabricante de inodoros japonés “Toto”, que acaba de realizar una demostración en las afueras de Tokio, donde presentó a los medios su versión de motocicleta a motor con tres ruedas y un característico inodoro blanco montado sobre su chasis.
La promotora que posó junto con la “cacacicleta” aclaró de inmediato que los excrementos empleados para hacer funcionar el artefacto no provenían del conductor.
“El biogás utilizado por el vehículo proviene de deyecciones animales y barros de depuración”, explicó Kenji Fujita, vocero de la empresa, que se hizo famosa por su modelo de inodoros calefaccionados.
Cómo se llena el tanque de este vehículo
Entre los periodistas que participaron de la demostración surgieron inmediatamente las dudas sobre cuál era el origen de los excrementos, porque la moto ecológica tiene un inodoro en lugar del asiento del conductor. Y, en la parte trasera del vehículo, un enorme recipiente que lleva por encima y como decoración otro enorme rollo de papel higiénico.
De acuerdo con el fabricante, este vehículo tiene una autonomía de 300 kilómetros, y no vale la pena que nadie se pregunte cómo se realizaría el llenado del tanque, ya que la compañía avisó que no piensa comercializarla. “Solo esperamos mostrar, con este prototipo, nuestra preocupación medioambiental a través de nuestra gama de productos con menor consumo de agua, como los inodoros y las duchas”, indicó Fujita.
