A mediados del año pasado, Magui Bravi anunció que estaba embarazada y se dedicó a compartir en redes sociales el minuto a minuto tanto de la gestación como de los primeros meses de vida de Galileo. Ahora, la actriz y bailarina compartió con emoción el primer logro de su hijo.
A dos meses de su nacimiento, Galileo ya aprendió a mantener su cabecita: “Dos meses de amor y la primera vez que mantiene solo su cabecita… Son meses de mucho aprender”.
En la foto, Magui está acostada en un sillón con el pequeño encima, sosteniendo solo su cabeza y mirándola con curiosidad. En el posteo, Bravi sumó: “Hay muchas dudas y a veces necesitás a alguien que te escuche y te responda a toda ahora”.
“Amo mucho a Mari y Pili, ellas me dieron una mano y me acompañaron (aún lo hacen) en este nuevo camino”, cerró, agradeciendo especialmente a las pediatras de su hijito.
Hace un tiempo, Magui Bravi contó que hizo un pacto con el padre de su hijo para distribuir las tareas equitativamente: “Él, al menos, una mamadera a la noche le tiene que dar”.
“Y como mi hijo come cada tres horas, gané seis horas de sueño que para mí son básicas. En los pañales él es mejor que yo, está re canchero, lo revolea al pibe como si lo hubiese hecho toda la vida”, contó a Mshow.
Magui Bravi contó detalles del dramático momento que vivió durante el embarazo
A pocos días del nacimiento de su bebé Galileo, Magui Bravi habló de la lactancia y contó detalles del dramático momento que vivió durante los últimos meses del embarazo.
La actriz contó que el último trimestre de embarazo fue complicado pero que esperó para hablar del tema porque quería tener primero a su hijo en brazos. “En la eco salió que podía tener riesgo de presión alta en el último trimestre. Y riesgo de bajo crecimiento intra uterino del bebé. La segunda parte no me la dijo mi obstetra, yo solo pensé que tenía presión alta y empecé a tomar aspirina todos los días”, indicó.
“Alrededor de la semana 29 empieza el baile, hay un número que te indica que el crecimiento va bien, este número bajó muchísimo y estaba con muy bajo peso. Armamos un equipo de profesionales, no solo con mi obstetra de cabecera sino también con un ecografista y con un especialista en alto riesgo”, continuó Magui Bravi.
Y también dijo que “el cordón en lugar de estar insertado en medio de la placenta estaba de costado y esto puede hacer que al nene le lleguen menos nutrientes. Esto fue muy estresante porque yo contaba los días para la próxima ecografía hasta que me decían el peso, si había aumentado o no. El gordo fue aumentando de peso, se las arregló como pudo”. Afortunadamente, todo tuvo un final feliz para Magui Bravi y Galileo.
